Los españoles utilizaron también El Morrillo como registro de aduanas, para garantizar el pago de impuestos. Este pequeño fortín en 1898 tuvo participación en la Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana, donde repelió el ataque de varios cruceros y acorazados a pesar de no ser una gran fortificación.
Durante la pseudorrepública, en 1902, el cuartel sirvió de apostadero naval y mantuvo una pequeña dotación militar hasta 1934 hasta que fue abandonado.
Pero El Morrillo deja su huella en la historia de Cuba, en mayo de 1935, cuando fue escenario del asesinato del revolucionario antiimperialista Antonio Guiteras y del internacionalista Carlos Aponte.
Después El Morrillo cae en el olvido por un largo período hasta que abre sus puertas el 8 de mayo de 1975 como Monumento Nacional y luego el 10 de octubre de 1978 es declarado Museo Memorial.
(Por: Gustavo Rodríguez Luque)
(Por: Gustavo Rodríguez Luque)
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