El sector no estatal
marca pautas en la gastronomía a partir
de la calidad en los servicios, la preparación
del personal y la satisfacción de
los clientes. En el principal destino de Sol y Playa de Cuba un restaurante nos
da pistas sobre cuanto se puede hacer
con dedicación e ingenio.
Una
ambientación que recrea los años 60
sorprende en pleno siglo XXI. La mezcla entre pasado y presente aderezada por
exquisitos platos, cocteles y música en vivo marca la diferencia para
quienes eligen a Varadero 60.
Este
restaurante - bar, surgido como idea familiar y concebido dentro de las
modalidades del trabajo por cuenta propia, gana cada día más aceptación entre
clientes nacionales y extranjeros de visita en el balneario de Varadero. La clave:
dedicación y constancia.
Su gestor y propietario Luis Ernesto Castillo explica como al calor de conversaciones en familia y las nuevas facilidades para los trabajadores pro cuenta propia decidieron emprender el camino de la gastronomía y abrir este restaurante.
"Jugamos con la dirección de la casa ubicada en la calle 60 en el balneario matancero y entonces surgió varadero 60. Y poco a poco en estos tres años que ya llevamos trabajando pues fuimos ganando experiencia para poder brindar un producto de excelencia a la altura de las demandas de los diferentes clientes."
El
colectivo de trabajo, joven en su mayoría, pone la nota de excelencia en los servicios desde la cocina, el bar o el salón.Son prácticamente una familia. Luis Ernesto agrega que precisamente ese es uno de los própósitos que el cliente lo vea y lo sienta de esa manera. "Que se de cuenta que hay un ambiente familiar y que esa familia entera está en función de que él se sienta bien, se sienta atendido y satisfecho."
Erik Entensa Medina se desempeña como jefe de salón y se siente muy reconfortado con su trabajo y con el parecer de cada visitante. "Siempre ha sido un restaruante que se ha caracterizado por la hospitalidad y la familiaridad con que atiende a sus clientes. Tenemos un índice de repitencia muy elevado. Casi todos los clientes que nos visitan vuelven más de una vez, siemrpe y cuando su estancia en Varadero se los permita."
Por su parte, Aimée Rodríguez Hurtado, fundadora del restaurante, se desempeña como hoster y explica que la opinión de los clientes es esencial para mejorar el trabajo diario. "Siempre le preguntamos como se sintieron que recomendaciones nos pueden hacer y nos dicen que estamos a la altura de cualquier restaurante de los que ellos visitan en su país."
Además
de la atención esmerada y la variedad de ofertas, la idea de revivir una etapa
pasada mediante objetos, carteles, adornos
y todo cuanto pueda significar un acercamiento a los años 60 atrae
sobremanera a los clientes.
Su propietario comenta sobre la idea de asociar la gastronomía con la temática de los 60 y la dirección del lugar de manera que se pueda ver como un todo y marque la diferencia con otros etablecimientos ubicados en Varadero.
"Todo lo que hoy se puede ver aquí no fue importado. Todo fue extraido de casas de amigos que las tenían abandonadas y la mayoría de revistas de los años 60. Por suerte mi mamá conservaba una colección de los seis primeros números de Bohemia que se publicaron al triunfo de la Revolución y de ahí savamos gran parte de fotos y carteles.
Las arreglamos y las pudimos montar y es lo que ho ydecora el lugar. Las demás cosas amsitades que se fueron enterando y nos decían donde podíamos encontrar esos objetos y allá fuimosa buscarlos. Así logramos llegar a vincular el tema con la comida, los tragos y la dirección."
Varadero
60 promueve desde su creación hace dos años el buen gusto, la excelencia en los
servicios y sobre todo la idea de complacer al máximo a cada cliente para que
decida regresar más de una vez.
(Por: Eliane Táboas Merino. 16/9/2015)
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