El papa Francisco cumple apretada agenda de cuatro días en Estados Unidos donde este jueves hablaría ante el Congreso bicameral.
Luego de palpar cuerpo a cuerpo realidades y sentimientos del pueblo cubano, donde el Sumo Pontífice de la iglesia católica dejó su mensaje de múltiples lecturas sobre humanidad y misericordia, en parábolas que revisten la idea en forma de historias creíbles y aceptables, o en lenguaje directo, siempre con la solicitud final equivalente a un discurso de humildad y fraternidad: “les pido que oren por mí, yo oraré por ustedes”.
Algunos medios de prensa han considerado que el Papa es una especie de mensajero en tierras del norte para abogar por el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, que desde hace más de medio siglo estrangula a las familias cubanas.
A esta suposición, el propio Francisco ha respondido, cito: “Los dos presidentes han hablado; espero que se llegue a un acuerdo que satisfaga a ambas partes”, y precisó que no hablaría “específicamente” sobre este tema ante el Congreso. Pero, añadió: “hablaré en general sobre los acuerdos como un signo de progreso en la convivencia”.
Aquí, quienes suelen interpretar las parábolas que el papa usa en su habitual comunicación interpersonal y multitudinaria, sonrieron y aceptaron la explicación como una muestra más de la elevada sensibilidad política del papa, por cierto el cuarto que va a Estados Unidos, donde también sostendrá un encuentro con el presidente Obama en la Casa Blanca, y cumplirá otros compromisos eclesiásticos antes de ir a Nueva York para asistir al Segmento de Alto Nivel de Naciones Unidas, donde por vez primera será izada la bandera del Vaticano, en calidad de estado Observador, condición que obtuvo en 2004.
Según lo divulgado, en Filadelfia el papa asistirá al Encuentro Mundial de las Familias en el Seminario San Carlos Borromeo, y más tarde hablará ante líderes del mundo, donde, como suele hacer, lo hará en sentido directo y en parábolas para referirse a cosas de Dios y de los hombres.
Recordemos que tras su partida de Cuba, el papa Francisco, que es un gran comunicador, escribió en las redes sociales: “Gracias a todos los cubanos. Gracias de corazón”. (Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(24/09/15)
Luego de palpar cuerpo a cuerpo realidades y sentimientos del pueblo cubano, donde el Sumo Pontífice de la iglesia católica dejó su mensaje de múltiples lecturas sobre humanidad y misericordia, en parábolas que revisten la idea en forma de historias creíbles y aceptables, o en lenguaje directo, siempre con la solicitud final equivalente a un discurso de humildad y fraternidad: “les pido que oren por mí, yo oraré por ustedes”.
Algunos medios de prensa han considerado que el Papa es una especie de mensajero en tierras del norte para abogar por el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, que desde hace más de medio siglo estrangula a las familias cubanas.
A esta suposición, el propio Francisco ha respondido, cito: “Los dos presidentes han hablado; espero que se llegue a un acuerdo que satisfaga a ambas partes”, y precisó que no hablaría “específicamente” sobre este tema ante el Congreso. Pero, añadió: “hablaré en general sobre los acuerdos como un signo de progreso en la convivencia”.
Aquí, quienes suelen interpretar las parábolas que el papa usa en su habitual comunicación interpersonal y multitudinaria, sonrieron y aceptaron la explicación como una muestra más de la elevada sensibilidad política del papa, por cierto el cuarto que va a Estados Unidos, donde también sostendrá un encuentro con el presidente Obama en la Casa Blanca, y cumplirá otros compromisos eclesiásticos antes de ir a Nueva York para asistir al Segmento de Alto Nivel de Naciones Unidas, donde por vez primera será izada la bandera del Vaticano, en calidad de estado Observador, condición que obtuvo en 2004.
Según lo divulgado, en Filadelfia el papa asistirá al Encuentro Mundial de las Familias en el Seminario San Carlos Borromeo, y más tarde hablará ante líderes del mundo, donde, como suele hacer, lo hará en sentido directo y en parábolas para referirse a cosas de Dios y de los hombres.
Recordemos que tras su partida de Cuba, el papa Francisco, que es un gran comunicador, escribió en las redes sociales: “Gracias a todos los cubanos. Gracias de corazón”. (Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(24/09/15)
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