Las comparsas
yumurinas: Los Moros Azules y Los Guajiros Elegantes hicieron sus evoluciones en el callejón, mientras grupos del folclor
rumbero ofrecían su espectáculo en el escenario.
El público asistente
compuesto por varias generaciones de niños adolescentes jóvenes y adultos de la
segunda y tercera edad, llenaron la calle hasta pasada la media noche en que
una fina llovizna vino a disfrutar del
espectáculo.
La segunda
sesión del evento previó un encuentro teórico y la clausura en horas de la tarde para trasladarse luego a la provincia
de Cienfuegos y continuar su ruta de la rumba al resto de los territorios
centrales (Villa Clara y Sancti Espíritus) y orientales seleccionadas (Santiago de Cuba y
Guantánamo).
Matanzas cuna
de la rumba y con mucho arraigo en ese folclor, anualmente realiza eventos rumberos
que también incluye a las mujeres rumberas, quienes se asocian en una entidad
del mismo nombre que ya tiene casi dos años de fundada y donde se dedican a
buscar su historia y rescatar formas de bailar, vestirse y recrear el género
bailable con aportes contemporáneos al tiempo que se preserva esa tradición desde los tiempos en
que Malanga, el rumbero mayor mostraba sus habilidades en ese baile.
Nuevamente
los ecos de la rumba y el tambor se sintieron en el callejón de las
tradiciones, de la ciudad de Matanzas para albergar durante dos días a la
séptima edición del taller internacional Timbalaye 2015 que este año recorre
ocho provincias del país donde esa manifestación se hace sentir desde tiempos
ancestrales.
Ahora a
esperar la próxima edición para demostrarle al mundo que existe una ruta de la
rumba en Cuba.
(AVP
25/8/2015)
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