Roberto Pérez Betancourt
Este 14 de junio, Ernesto Che Guevara, el Guerrillero Heroico, está de cumpleaños. Nació en Rosario, Argentina, en 1928, por lo que hoy arriba a los 87 años de edad, tan tierno como aquel día, más querido que nunca, más activo, recorriendo cerros y llanos, haciendo milagros, sonriente en los altares donde le ponen veladoras los que no lo olvidad, quienes lo veneran como santo terrenal de los humildes, pues entregó su vida para trascender en cuerpo y alma ante sus semejantes.
En junio también tuvo Che un día inolvidable: Su matrimonio con Aleida Guevara. Diez días después, el 12 de junio de 1959, sale de La Habana como embajador itinerante al frente de una delegación oficial del Gobierno Revolucionario de Cuba, recorrido que lo llevaría a entrevistarse con destacados líderes políticos de varios países en África, Asia y Europa y a la firma de importantes acuerdos económicos.
Como han notado estudiosos de la obra del Che, junio fue mes singular en su vida. Por ejemplo, el día cinco de 1957 fue nombrado Comandante del Ejército Rebelde.
¿A dónde va el carismático médico guerrillero que acaba de cumplir 31 años de edad? Egipto, Sudán, Pakistán, India, Birmania (ahora Myanmar), Indonesia, Ceilán (hoy Srilanca), Japón. No va Aleida con él, y la va a extrañar...
Su estancia en EL Cairo, incluido el encuentro de amistad con el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser y otros líderes de esa nación, tendió un puente entre la independiente y revolucionaria y las hermanas naciones árabes.
El 18 de junio el Comandante Guevara es proclamado Gran Libertador de los Oprimidos por el pueblo y el Gobierno de ese país. El título sería premonitorio en el devenir histórico de un hombre que consagraría su vida a luchar, precisamente, por los demás.
El día 20 el Che viaja a la ciudad de Alejandría, conoce el monumento a los mártires en Port Said, que recuerda a los caídos durante la invasión anglo-franco-israelí de 1956, y el 24 de junio se entrevista con Salah Salem, destacada figura del movimiento nacionalista local.
Referencias de aquel encuentro subrayan que durante el diálogo, Guevara explica a su interlocutor cómo las agencias cablegráficas norteamericanas se habían confabulado para tergiversar sobre la verdad de los acontecimientos en el mundo, e impedir que los pueblos puedan conocerse.
A su regreso de ese extenso viaje el Che expresaría a la prensa: “Desde antes del descubrimiento de América, obedeciendo a la expansión europea en busca de nuevos mercados donde adquirir materia prima para sus industrias nacientes, Asia y África fueron objeto de la visita y de la rapiña disfrazada bajo el pomposo título de colonización de esas potencias.
“Nuestro viaje de tres meses por los países que acaban de liberarse de un yugo feroz y han iniciado su camino hacia la liberación económica y el desarrollo industrial, significó una serie de enseñanzas políticas, sociales y económicas, algunas de las cuales trataré de hacer llegar a los compañeros del Ejército Rebelde"... (TVY)(Actualizado en 12/06/15)
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