En un contexto en el que los cubanos conmemoramos el aniversario 54 de la Victoria de Playa Girón, en Ciénaga de Zapata (Bahía de Cochinos), sobre las huestes mercenarias financiadas y armadas por el gobierno estadounidense de turno, en abril de 1961, aun antes de que la Revolución proclamara su carácter socialista, el presidente Raúl Castro, con la delicadeza de la diplomacia que obliga y la seguridad de quien ha sido actor y testigo de su época, puso los puntos sobre las íes en su reciente discurso en la VII Cumbre de las Américas.
Habló Raúl frente a una audiencia selecta que incluía a Barack Obama, actual mandatario de la nación norteña.
En apretada síntesis rememoró el Presidente de Cuba aquel vandálico suceso invasor, y los seis años de guerra que libró el pueblo cubano contra grupos armados por el Imperio norteño, que en dos ocasiones abarcaron todo el país y costó miles de vidas.
Cuando los analistas y gobernantes califican a esa cita Panameña de histórica, lo hacen por variadas razones, pero sin lugar a dudas una prominente es el haber precisado en un escenario inédito para Cuba, las razones de una lucha y resistencia sin paralelo en la historia, que durante 56 años ha mantenido al pueblo cubano activo y militante, y que precisamente en el aniversario de Girón ha obtenido una triunfo diplomático que enorgullece a todos los cubanos de buena voluntad.
Invito a estudiar ese discurso de Raúl, pieza magistral que sintetiza hechos trascendentes, con pasión, pero sin perder la objetividad de sucesos que ilustran el por qué de muchas cosas.
Sin lugar a dudas han de servir para que las más jóvenes generaciones de cubanos se alimenten de verdad, y para que un presidente norteamericano, considerado persona honesta, aunque haya declarado que no asistía a la Cumbre para hablar de historia, se entere, por fin, de lo que no le enseñaron en las más encumbradas universidades de su país y pueda despertarse en él la curiosidad de saber lo que sucedía en este lado de la aldea planetaria cuando aún no iba a la escuela. (Por:Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(16/04/15)
Habló Raúl frente a una audiencia selecta que incluía a Barack Obama, actual mandatario de la nación norteña.
En apretada síntesis rememoró el Presidente de Cuba aquel vandálico suceso invasor, y los seis años de guerra que libró el pueblo cubano contra grupos armados por el Imperio norteño, que en dos ocasiones abarcaron todo el país y costó miles de vidas.
Cuando los analistas y gobernantes califican a esa cita Panameña de histórica, lo hacen por variadas razones, pero sin lugar a dudas una prominente es el haber precisado en un escenario inédito para Cuba, las razones de una lucha y resistencia sin paralelo en la historia, que durante 56 años ha mantenido al pueblo cubano activo y militante, y que precisamente en el aniversario de Girón ha obtenido una triunfo diplomático que enorgullece a todos los cubanos de buena voluntad.
Invito a estudiar ese discurso de Raúl, pieza magistral que sintetiza hechos trascendentes, con pasión, pero sin perder la objetividad de sucesos que ilustran el por qué de muchas cosas.
Sin lugar a dudas han de servir para que las más jóvenes generaciones de cubanos se alimenten de verdad, y para que un presidente norteamericano, considerado persona honesta, aunque haya declarado que no asistía a la Cumbre para hablar de historia, se entere, por fin, de lo que no le enseñaron en las más encumbradas universidades de su país y pueda despertarse en él la curiosidad de saber lo que sucedía en este lado de la aldea planetaria cuando aún no iba a la escuela. (Por:Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(16/04/15)
Publicar un comentario