La Academia de Ciencias de Cuba (ACC) cuenta con un nuevo miembro Correspondiente, el doctor en Ciencias Mark Rasenick, distinguido profesor de Fisiología, Biofísica y Psiquiatría de la Universidad de Illinois, Chicago, Estados Unidos.
Por su contribución al desarrollo científico, Rasenick obtuvo el voto unánime de sus colegas cubanos en el más reciente Pleno de la institución, que otorga esa categoría a personalidades no residentes en el territorio nacional por su sobresaliente contribución al desarrollo científico.
Rasenick había sido propuesto en el encuentro por el Doctor en Ciencias Pedro Valdés Sosa, vicedirector general del Centro de Neurociencias de Cuba, quien argumentó sobre sus resultados investigativos.
Mencionó entre ellos la señalización de la proteína G y el citoesqueleto, y su relación con los desórdenes neurodegenerativos, de estado de ánimo y el funcionamiento normal del cerebro humano.
En 1996 estableció contacto con nuestro centro como parte de una delegación biomédica de la Universidad de Chicago, y a partir de ese momento ha trabajado sistemáticamente en favor de las relaciones científicas de EE.UU con Cuba, añadió Valdés Sosa.
Con su incorporación, ahora suman 28 los Académicos Correspondientes, procedentes de 17 países, entre ellos de Argentina, Alemania, Colombia, España, Jamaica, México, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Rusia, Reino Unido de Gran Bretaña y República Popular China.
El Obispo canciller de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, figura también en la misma lista de extranjeros reconocidos por sus méritos en el campo científico.
La fundación de la ACC data de 1861, con el nombre de Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, y en su estructura actual tiene, además, Académicos de Honor, de Mérito y Titulares, desde el punto de vista personal y con carácter honorario estos últimos.
Están organizados en las Secciones de Ciencias Agrarias, Biomédicas, Naturales y Exactas, Técnicas, así como Sociales y Humanísticas, aunque, igualmente, pertenecen a ella Asociados Jóvenes.
(Tomado de: web AIN)
Por su contribución al desarrollo científico, Rasenick obtuvo el voto unánime de sus colegas cubanos en el más reciente Pleno de la institución, que otorga esa categoría a personalidades no residentes en el territorio nacional por su sobresaliente contribución al desarrollo científico.
Rasenick había sido propuesto en el encuentro por el Doctor en Ciencias Pedro Valdés Sosa, vicedirector general del Centro de Neurociencias de Cuba, quien argumentó sobre sus resultados investigativos.
Mencionó entre ellos la señalización de la proteína G y el citoesqueleto, y su relación con los desórdenes neurodegenerativos, de estado de ánimo y el funcionamiento normal del cerebro humano.
En 1996 estableció contacto con nuestro centro como parte de una delegación biomédica de la Universidad de Chicago, y a partir de ese momento ha trabajado sistemáticamente en favor de las relaciones científicas de EE.UU con Cuba, añadió Valdés Sosa.
Con su incorporación, ahora suman 28 los Académicos Correspondientes, procedentes de 17 países, entre ellos de Argentina, Alemania, Colombia, España, Jamaica, México, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Rusia, Reino Unido de Gran Bretaña y República Popular China.
El Obispo canciller de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, figura también en la misma lista de extranjeros reconocidos por sus méritos en el campo científico.
La fundación de la ACC data de 1861, con el nombre de Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, y en su estructura actual tiene, además, Académicos de Honor, de Mérito y Titulares, desde el punto de vista personal y con carácter honorario estos últimos.
Están organizados en las Secciones de Ciencias Agrarias, Biomédicas, Naturales y Exactas, Técnicas, así como Sociales y Humanísticas, aunque, igualmente, pertenecen a ella Asociados Jóvenes.
(Tomado de: web AIN)
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