Este año la Contraloría General de la República mantiene entre sus prioridades la prevención de las ilegalidades mediante las acciones continuas de control interno, y en tal sentido sus especialistas se aplican en todo el territorio nacional mediante fiscalizaciones que abarcan un amplio universo de actividades administrativas y contables.
Como afirma Alina Vicente Gaínza, miembro del Comité Central del Partido y vicecontralora general, el enfrentamiento al delito, la corrupción y otras irregularidades en las entidades económico-administrativas debe constituir una máxima de cada auditor, principalmente para los que laboran dentro de la empresa, encargados de velar de manera sistemática por el acatamiento absoluto de la legalidad.
Lógicamente tales propósitos exigen fomentar una cultura de fiscalización, y consecuentemente la Contraloría se enfoca en capacitar a los auditores, supervisores, jefes de grupo y cuadros, de manera que el personal encargado de las referidas tareas esté apto para profundizar en las labores que realiza y evitar que se escapen las ilegalidades, gestión que incluye también elevar la calidad y los valores éticos en aras de combatir los hechos ilícitos.
Pero es obvio que ninguna entidad tiene que esperar la Comprobación al Control Interno para detectar sus propias deficiencias y suprimir las vulnerabilidades que todavía persisten en algunos establecimientos, porque es responsabilidad de los directivos conocer al detalle lo que sucede con los recursos de su organismo.
En virtud de la resolución conjunta, aprobada en 2014 para integrar en las tareas de control a la Fiscalía General de la República, el Ministerio del Interior y la Contraloría, es de esperar este año mayores resultados en el mantenimiento de la legalidad económica, en Matanzas y en todo el país.(Por: Roberto Pérez Betancourt)(03/03/15)
Como afirma Alina Vicente Gaínza, miembro del Comité Central del Partido y vicecontralora general, el enfrentamiento al delito, la corrupción y otras irregularidades en las entidades económico-administrativas debe constituir una máxima de cada auditor, principalmente para los que laboran dentro de la empresa, encargados de velar de manera sistemática por el acatamiento absoluto de la legalidad.
Lógicamente tales propósitos exigen fomentar una cultura de fiscalización, y consecuentemente la Contraloría se enfoca en capacitar a los auditores, supervisores, jefes de grupo y cuadros, de manera que el personal encargado de las referidas tareas esté apto para profundizar en las labores que realiza y evitar que se escapen las ilegalidades, gestión que incluye también elevar la calidad y los valores éticos en aras de combatir los hechos ilícitos.
Pero es obvio que ninguna entidad tiene que esperar la Comprobación al Control Interno para detectar sus propias deficiencias y suprimir las vulnerabilidades que todavía persisten en algunos establecimientos, porque es responsabilidad de los directivos conocer al detalle lo que sucede con los recursos de su organismo.
En virtud de la resolución conjunta, aprobada en 2014 para integrar en las tareas de control a la Fiscalía General de la República, el Ministerio del Interior y la Contraloría, es de esperar este año mayores resultados en el mantenimiento de la legalidad económica, en Matanzas y en todo el país.(Por: Roberto Pérez Betancourt)(03/03/15)
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