Tras el inicio de conversaciones entre Cuba y Estados Unidos con el propósito de restablecer relaciones diplomáticas, agencias de prensa se hacen eco de la creciente demanda de reservaciones en territorio estadounidense de personas interesadas en descubrir lo que sucede en la Isla, para ellos tan cercana y tan distante en el tiempo, y lo hacen incluso antes de que el gobierno norteño haya levantado la prohibición a los estadounidenses de viajar a nuestro país.
Sin dudas se trata de una información económica halagüeña, de la que se desprende la necesidad de prepararse adecuadamente para el aluvión de visitantes, lo que implica reforzar los abastecimientos en establecimientos gastronómicos y comerciales de productos de alta demanda.
Este comentarista ha constatado en estos días que en numerosos expendios de La Habana y Matanzas escasean artículos de alta demanda como refrescos, cervezas, jugos y agua mineral.
Hay que tener en cuenta que el incremento del turismo referido antes básicamente engloba a las emisiones desde Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, todos con elevados índices de aumento significativo en momentos en los que Comunidad Europea y Cuba dan pasos sólidos en el restablecimiento de vínculos importantes en todos los ámbitos.
Agencias de prensa reflejan que las reservaciones desde Nueva York de viajes a Cuba a través de operador turístico se incrementaron 57 por ciento en enero, en febrero 187 por ciento y en lo que va de marzo ya rebasan el 250 por ciento.
Y es que la isla prohibida por las administraciones estadounidenses se está convirtiendo en destino preferencial, sazonado con el misterio de lo prohibido hasta ahora, que apunta con desbordar las capacidades de alojamiento en nuestro país y vaciar los estantes de los mercados en divisas. La gran pregunta sigue siendo: ¿Estamos preparados para la avalancha de gente que se avecina? Parece que hay que apurarse…
(TVY)(25/03/15)
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