El amor es un sentimiento universal que une a personas diversas, jóvenes y adultas. Sin embargo, últimamente ha cambiado un poco la manera de llevarlo a término en una relación de pareja, algo así como una versión de amor en los tiempos modernos.
Las nuevas maneras de llevar las relaciones de pareja distan mucho de la idea original del amor. Ahora todo es más relajado, con menos formalidades y sin muchas explicaciones. Pero, ¿será eso amor o simplemente una forma diferente de afrontar la vida?
Los jóvenes se enfrentan algunas veces a noviazgos completamente liberales, donde cada uno anda por su lado, sale con sus amistades y no duda en compartir en fiestas o encuentros sin su pareja. ¿Hasta dónde es válida tanta libertad y cuanto puede afectar la solidez de una relación?
Las parejas necesitan su propio espacio para compartir ideas, sentimientos, alegrías y tristezas. Y esa complicidad muchas veces se ve afectada ante tanta libertad para vivir el amor. No se puede dejar de ser uno mismo pero también hay que fortalecer los espacios comunes y comenzar a pensar en plural porque de eso se trata una relación de pareja.
Formalizar una relación con apenas días o meses de haberse conocido y comenzar a vivir juntos es otra de las modalidades de este amor moderno. Lo peor es que casi siempre sucede sin tener verdadero sentido de la responsabilidad y lo toman como un juego en el que todo vale con tal de sentirse bien. Sin embargo, nada más serio que el matrimonio o la vida en común.
En muchos casos los padres también son responsables pues consienten estas actitudes y les brindan todas las facilidades a los hijos para que vivan el amor desde la modernidad en vez de alertarnos sobre lo precipitado de estas decisiones que la mayoría de las veces son solo por un tiempo corto.
El amor no entiende de pasado o modernidad sino de pasión y entrega cotidiana. Vivirlo a plenitud, con intensidad pero también con calma, dando solo un paso a la vez, tiene que ser la premisa para aquellos eternos enamorados que quieren hacer de cada instante un momento único.
(Por: Eliane Táboas Merino)(20/12/2014)
Las nuevas maneras de llevar las relaciones de pareja distan mucho de la idea original del amor. Ahora todo es más relajado, con menos formalidades y sin muchas explicaciones. Pero, ¿será eso amor o simplemente una forma diferente de afrontar la vida?
Los jóvenes se enfrentan algunas veces a noviazgos completamente liberales, donde cada uno anda por su lado, sale con sus amistades y no duda en compartir en fiestas o encuentros sin su pareja. ¿Hasta dónde es válida tanta libertad y cuanto puede afectar la solidez de una relación?
Las parejas necesitan su propio espacio para compartir ideas, sentimientos, alegrías y tristezas. Y esa complicidad muchas veces se ve afectada ante tanta libertad para vivir el amor. No se puede dejar de ser uno mismo pero también hay que fortalecer los espacios comunes y comenzar a pensar en plural porque de eso se trata una relación de pareja.
Formalizar una relación con apenas días o meses de haberse conocido y comenzar a vivir juntos es otra de las modalidades de este amor moderno. Lo peor es que casi siempre sucede sin tener verdadero sentido de la responsabilidad y lo toman como un juego en el que todo vale con tal de sentirse bien. Sin embargo, nada más serio que el matrimonio o la vida en común.
En muchos casos los padres también son responsables pues consienten estas actitudes y les brindan todas las facilidades a los hijos para que vivan el amor desde la modernidad en vez de alertarnos sobre lo precipitado de estas decisiones que la mayoría de las veces son solo por un tiempo corto.
El amor no entiende de pasado o modernidad sino de pasión y entrega cotidiana. Vivirlo a plenitud, con intensidad pero también con calma, dando solo un paso a la vez, tiene que ser la premisa para aquellos eternos enamorados que quieren hacer de cada instante un momento único.
(Por: Eliane Táboas Merino)(20/12/2014)
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