La Orquesta Sinfónica de Matanzas hizo un concierto de lujo bajo la dirección del
joven japonés Ryu Goto, quien además actuó como solista en una excelente
interpretación con su violín.
El
público matancero quedó muy complacido con el joven director y solista Ryu Goto,
quien inauguró la temporada de concierto de la Orquesta Sinfónica de
Matanzas que -dicho sea de paso- este
año arriba a su aniversario 65 de fundada.
Las Cuatro Estaciones, de Vivaldi y La Sinfonía número 8, de A. Dvorak completaron el programa que fue ovacionado y
permitió que alargara la jornada con otras tres interpretaciones al violín en
un soliloquio que mantuvo en vilo al publico que repletó la sala.
Sumamente
emocionado por la acogida del público accedió a dialogar con las periodistas
que asistían al concierto.
¿Cómo valora el público y la orquesta sinfónica
yumurina?
“Tengo
que ser honesto, ha sido una experiencia increíble tocar aquí. Todo el mundo es
tan acogedor, yo nunca tuve un público que se pusiera de pie y aplaudiera tan
pronto como llegara al escenario. Eso nunca antes me había pasado y me hizo
sentir muy bien sabes. He estado en muchos lugares y nunca me había pasado, sentí
que ellos eran parte del espectáculo, eso me ayudó a que la presentación se
hiciera realidad, ellos me dieron el coraje, me sentí como si estuviera en
familia, eran parte de mi familia. Eso fue genial, fantástico.
La
orquesta está extremadamente preparada. Desde el primer momento que trabajamos
juntos fueron casi perfectos, son muy serios en el trabajo que realizan, tienen
el sentimiento por la música, la
preparación técnica y experiencia que se necesita”.
-Pienso
que sí, eso tiene varios sentidos porque en
los lugares donde existe un desarrollo cultural las personas están
orgullosas de eso, tienen el orgullo de ser de Matanzas, y eso se nota en la
forma en que ellos hacen su labor, en su comportamiento… Pienso que es una
ciudad muy bella y me gusta.
¿Cuándo podremos verle nuevamente en Matanzas?
-Pienso
regresar el próximo año para mis vacaciones. Vendré aquí para trabajar, en viaje de placer, para cualquier actividad, y
algún día voy a vivir aquí, de veras lo haré, y también voy a practicar mi español antes que eso
suceda.
Con una amplia sonrisa el joven intérprete y director de orquesta se despidió de la prensa para firmar autógrafos y complacer a quienes quisieron fotografiarse a su lado.
Sin
dudas, un concierto de lujo al que asistieron los máximos representantes de la
cultura en el territorio y de la embajada de Japón en Cuba.
(Texto
y fotos: Ana Valdés Portillo)(AVP)(21/9/2015)
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