Los récords de altas temperaturas registrados en Matanzas durante el mes de julio, unidos a la humedad relativa, elevaron la sensación térmica a situaciones muy desagradables, como de fiebre, especialmente a las personas de la tercera edad, quienes sufren más la ola de calor y pueden llegar a padecer consecuencias letales si no adoptan medidas preventivas, como hidratarse suficientemente y protegerse de los rayos solares.
Jovellanos marcó 36,4 Celsius el martes 21 de julio. En Perico, la zona de Indio Hatuey fue ascendiendo hasta establecer récord absoluto el jueves 30 de julio de 38.1 grados Celsius. En otras ciudades y pueblos el calor fue igualmente sofocante y se observaron numerosos records locales de calor.
De acuerdo con expertos, se trata del efecto invernadero y un conjunto de factores medioambientales, sin descartar los efectos reales del progresivo calentamiento global que experimenta el Planeta.
Recordemos que Matanzas se estructura en 13 municipios, pero las temperaturas oficiales se registran solo en estaciones meteorológicas ubicadas en Varadero, Unión de Reyes, Jovellanos, Colón, Perico, Jagüey Grande y Ciénaga de Zapata.
También en otros puntos de la geografía nacional el termómetro fue noticia. Allende los mares las agencias de prensa refieren catástrofes como la de Bélgica, donde la ola de calor ya ocasión 400 fallecimientos.
En Corea del Sur se reportaron cuatro defunciones con apenas 36 grados Celsius, inusuales en esa latitud, igual cifra en España, mientras en México se da el alerta para Veracruz, que debe afrontar un termómetro pico este año.
También en Estados Unidos, donde ahora mismo la floresta de California está incendiada, los partes noticiosos no cesan de incluir las consecuencias letales del excesivo calor.
En otras regiones de África, Oceanía y Eurasia la canícula es igualmente severa.
Sin ser experto en el tema, uno se pregunta: ¿Hasta cuándo esperarán las grandes potencias para adoptar medidas realmente eficaces que contrarresten el cambio climático y sus efectos nocivos sobre la vida en la Tierra? ¿Para qué sirven los foros y las cumbres si los avaros persisten en aplazar las decisiones eficaces?
Solo se escuchan justificaciones basadas en los costos de las tecnologías necesarias para sustituir las que calientan el planeta, emitidas desde tribunas y despachos refrigerados por quienes no sufren en carne propia esta especie de horno veraniego, que sigue marcando la pauta del devenir, mientras naciones menos desarrolladas, como Cuba, de pocos recursos, pero mayor conciencia, se esmeran en hacer lo suyo para suprimir gases que enrarecen la atmosfera, calientan el medio ambiente y contaminan el aire que respiramos, una tarea que nos incumbe a todos los que intentamos sobrevivir y que nuestra especie perdure en esta aldea planetaria. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(10/08/15)
Jovellanos marcó 36,4 Celsius el martes 21 de julio. En Perico, la zona de Indio Hatuey fue ascendiendo hasta establecer récord absoluto el jueves 30 de julio de 38.1 grados Celsius. En otras ciudades y pueblos el calor fue igualmente sofocante y se observaron numerosos records locales de calor.
De acuerdo con expertos, se trata del efecto invernadero y un conjunto de factores medioambientales, sin descartar los efectos reales del progresivo calentamiento global que experimenta el Planeta.
Recordemos que Matanzas se estructura en 13 municipios, pero las temperaturas oficiales se registran solo en estaciones meteorológicas ubicadas en Varadero, Unión de Reyes, Jovellanos, Colón, Perico, Jagüey Grande y Ciénaga de Zapata.
También en otros puntos de la geografía nacional el termómetro fue noticia. Allende los mares las agencias de prensa refieren catástrofes como la de Bélgica, donde la ola de calor ya ocasión 400 fallecimientos.
En Corea del Sur se reportaron cuatro defunciones con apenas 36 grados Celsius, inusuales en esa latitud, igual cifra en España, mientras en México se da el alerta para Veracruz, que debe afrontar un termómetro pico este año.
También en Estados Unidos, donde ahora mismo la floresta de California está incendiada, los partes noticiosos no cesan de incluir las consecuencias letales del excesivo calor.
En otras regiones de África, Oceanía y Eurasia la canícula es igualmente severa.
Sin ser experto en el tema, uno se pregunta: ¿Hasta cuándo esperarán las grandes potencias para adoptar medidas realmente eficaces que contrarresten el cambio climático y sus efectos nocivos sobre la vida en la Tierra? ¿Para qué sirven los foros y las cumbres si los avaros persisten en aplazar las decisiones eficaces?
Solo se escuchan justificaciones basadas en los costos de las tecnologías necesarias para sustituir las que calientan el planeta, emitidas desde tribunas y despachos refrigerados por quienes no sufren en carne propia esta especie de horno veraniego, que sigue marcando la pauta del devenir, mientras naciones menos desarrolladas, como Cuba, de pocos recursos, pero mayor conciencia, se esmeran en hacer lo suyo para suprimir gases que enrarecen la atmosfera, calientan el medio ambiente y contaminan el aire que respiramos, una tarea que nos incumbe a todos los que intentamos sobrevivir y que nuestra especie perdure en esta aldea planetaria. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(10/08/15)
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