Aunque la situación no llega a límites tan preocupantes como en otras regiones del país, en la provincia de Matanzas se sienten desde hace meses los efectos originados por la intensa sequía que golpea al territorio nacional.
Guillermo Cué Lugo, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), insistió en la necesidad de acrecentar el ahorro como la más eficaz medida para mitigar los efectos de la sequía. Debemos convencer a todo el mundo de la urgencia de hacer un uso racional de los recursos hídricos para paliar esta adversa situación, comentó.
Dijo que las lluvias en el territorio durante el mes de julio presentaron déficits en más de 200 milímetros, y que tales efectos inciden de forma directa en el agua embalsada, pues las nueve presas del territorio acumulaban solo el 52 % de su capacidad, y de las 12 cuencas subterráneas, dos se hallan en estado de alarma y tres en alerta.
Las acciones puestas en práctica destacan la restricción de bombeo y la de garantizar únicamente el preciado líquido para el consumo humano y animal en aquellas zonas críticas de los municipios de Los Arabos, Colón, Jovellanos, Pedro Betancourt, Unión de Reyes y Martí.
El objetivo esencial, subrayó Cué, es evitar la sobreexplotación de las cuencas subterráneas, gracias a las cuales los matanceros no consumen un solo litro de agua embalsada.
Otras medidas tienen que ver con el cumplimiento del balance de agua planificado y la supresión de salideros en las grandes conductoras. En cualquier circunstancia, la gestión primordial continúa siendo el uso racional del agua, recalcó.
A su juicio lo más importante es prepararse para una situación todavía menos favorable y encontrar alternativas que garanticen además ciertos niveles de agua para la agricultura y organismos con la responsabilidad de producir alimentos.(Por: Ventura de Jesús García )(TVY)(RPB)(Granma)(17/08/15)
Guillermo Cué Lugo, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), insistió en la necesidad de acrecentar el ahorro como la más eficaz medida para mitigar los efectos de la sequía. Debemos convencer a todo el mundo de la urgencia de hacer un uso racional de los recursos hídricos para paliar esta adversa situación, comentó.
Dijo que las lluvias en el territorio durante el mes de julio presentaron déficits en más de 200 milímetros, y que tales efectos inciden de forma directa en el agua embalsada, pues las nueve presas del territorio acumulaban solo el 52 % de su capacidad, y de las 12 cuencas subterráneas, dos se hallan en estado de alarma y tres en alerta.
Las acciones puestas en práctica destacan la restricción de bombeo y la de garantizar únicamente el preciado líquido para el consumo humano y animal en aquellas zonas críticas de los municipios de Los Arabos, Colón, Jovellanos, Pedro Betancourt, Unión de Reyes y Martí.
El objetivo esencial, subrayó Cué, es evitar la sobreexplotación de las cuencas subterráneas, gracias a las cuales los matanceros no consumen un solo litro de agua embalsada.
Otras medidas tienen que ver con el cumplimiento del balance de agua planificado y la supresión de salideros en las grandes conductoras. En cualquier circunstancia, la gestión primordial continúa siendo el uso racional del agua, recalcó.
A su juicio lo más importante es prepararse para una situación todavía menos favorable y encontrar alternativas que garanticen además ciertos niveles de agua para la agricultura y organismos con la responsabilidad de producir alimentos.(Por: Ventura de Jesús García )(TVY)(RPB)(Granma)(17/08/15)
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