Cuba es un eterno verano, a decir, sobre todo, de quienes gustan disfrutar de la playa y el campismo. Pero debe tenerse presente que exponerse a los rayos solares puede resultar de vital beneficio o acarrear consecuencias letales.
Desde junio aumenta la afluencia de personas a sitios recreativos donde el agua, la arena y el sol atraen cada día a miles de personas, que suelen dar rienda suelta a sus impulsos naturales después de un prolongado período educacional y laboral.
Los médicos aconsejan moderación, y en especial los dermatólogos prenden la señal de alarma ante la excesiva exposición de la piel al sol.
En afán de lucir un bronceado atractivo y sentir el placer revitalizador del Astro Rey, numerosas personas subestiman las recomendaciones de facultativos, sin comprender que los efectos negativos de los rayos solares necesariamente no se aprecian en el instante, pero podrían ocasionar lesiones muy dañinas en plazos mediatos.
Especialistas han comprobado que aproximadamente 80 por ciento de las afecciones provocadas en la piel por inadecuada exposición solar, tales como arrugas, cáncer, epidermis curtida y defectos visuales, ocurren antes de los 18 años de edad.
El tipo de cáncer de piel más común en mujeres entre 25 a 29 años de edad es el melanoma, asociado precisamente a efectos nocivos de radiaciones solares.
Estadísticas norteamericanas revelan que anualmente se diagnostican 1,3 millones de casos de melanomas en ese país, donde se extiende la controversial conducta de usar cabinas artificiales para bronceado con rayos ultravioletas.
De acuerdo con los citados datos, cada hora del año fallece un norteamericano a consecuencia del melanoma.
También en Cuba las radiaciones solares pueden ser sumamente peligrosas si no se adoptan precauciones.
La intención de este comentario no es inducir miedo, sino precaver sobre bases científicamente establecidas.
Expertos recomiendan practicar una exposición al sol en momentos adecuados, antes de las 11 de la mañana o después de las cinco de la tarde en horario de verano. Aunque esté nublado, los rayos ultravioletas afectan, y los dermatólogos sugieren utilizar alguna crema protectora para la piel, preferentemente de amplio espectro contra los rayos ultravioletas A y B.
El agua, la arena y el concreto, pueden reflejar hasta el 85 por ciento de las radiaciones peligrosas, y para los ojos vienen bien lentes oscuros.
Pero la mejor medida sigue siendo evitar excesos y comprender bien que los rayos solares, disfrutados con moderación, son altamente beneficiosos para la salud integral de las personas, pero en exceso pueden causar serios trastornos, incluso la muerte.
Roberto Pérez Betancourt
Desde junio aumenta la afluencia de personas a sitios recreativos donde el agua, la arena y el sol atraen cada día a miles de personas, que suelen dar rienda suelta a sus impulsos naturales después de un prolongado período educacional y laboral.
Los médicos aconsejan moderación, y en especial los dermatólogos prenden la señal de alarma ante la excesiva exposición de la piel al sol.
En afán de lucir un bronceado atractivo y sentir el placer revitalizador del Astro Rey, numerosas personas subestiman las recomendaciones de facultativos, sin comprender que los efectos negativos de los rayos solares necesariamente no se aprecian en el instante, pero podrían ocasionar lesiones muy dañinas en plazos mediatos.
Especialistas han comprobado que aproximadamente 80 por ciento de las afecciones provocadas en la piel por inadecuada exposición solar, tales como arrugas, cáncer, epidermis curtida y defectos visuales, ocurren antes de los 18 años de edad.
El tipo de cáncer de piel más común en mujeres entre 25 a 29 años de edad es el melanoma, asociado precisamente a efectos nocivos de radiaciones solares.
Estadísticas norteamericanas revelan que anualmente se diagnostican 1,3 millones de casos de melanomas en ese país, donde se extiende la controversial conducta de usar cabinas artificiales para bronceado con rayos ultravioletas.
De acuerdo con los citados datos, cada hora del año fallece un norteamericano a consecuencia del melanoma.
También en Cuba las radiaciones solares pueden ser sumamente peligrosas si no se adoptan precauciones.
La intención de este comentario no es inducir miedo, sino precaver sobre bases científicamente establecidas.
Expertos recomiendan practicar una exposición al sol en momentos adecuados, antes de las 11 de la mañana o después de las cinco de la tarde en horario de verano. Aunque esté nublado, los rayos ultravioletas afectan, y los dermatólogos sugieren utilizar alguna crema protectora para la piel, preferentemente de amplio espectro contra los rayos ultravioletas A y B.
El agua, la arena y el concreto, pueden reflejar hasta el 85 por ciento de las radiaciones peligrosas, y para los ojos vienen bien lentes oscuros.
Pero la mejor medida sigue siendo evitar excesos y comprender bien que los rayos solares, disfrutados con moderación, son altamente beneficiosos para la salud integral de las personas, pero en exceso pueden causar serios trastornos, incluso la muerte.
Roberto Pérez Betancourt
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