Los resultados derivados de la Resolución 17 del año 2014, sobre sistemas de pago, han contribuido a potenciar la empresa estatal socialista como entidad principal de la economía cubana, lo que se aprecia en indicadores positivos, de acuerdo con el informe rendido por el jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, Marino Murillo Jorge, durante el más reciente Consejo de Ministros.
Es realidad estimulante de cara al futuro, y que en términos concretos se expresa en un incremento del 18 por ciento de la productividad por trabajador y 11 por ciento de incremento en el salario medio, en lo que influyó un aumento de 179 pesos per cápita.
Precisemos: nos referimos a estadísticas, y a promedios de quienes cobran por el rendimiento, de manera que los que todavía no lo hacen NO aparecen incluidos en esas cifras, solo aquellos trabajadores que han estado laborando con los resultados de su actividad vinculados al pago salarial.
Como vemos, se trata de un impacto positivo, aunque todavía insuficiente en relación con las necesidades de ingreso de los trabajadores para afrontar precios que no ceden en los mercados de productos agropecuarias, y otros de producción nacional o importados.
Observemos lo que afirma Murillo, cito: “Se aprecia una mayor atención por parte de directivos y trabajadores a la eficiencia y el cumplimiento del Plan, al tiempo que se incrementan los ingresos provenientes del trabajo”. Fin de la cita.
Reitero: Murillo se refiere al pago por resultados. Pero también hay que observar que siete meses después de implementada la referida resolución 17 se identificaron algunos problemas, tales como el pago sin respaldo productivo efectuado en 238 empresas por un monto de 347 millones de pesos, el 69 por ciento en entidades agropecuarias y azucareras, y del sistema empresarial de los consejos de administración, lo que evidentemente exige análisis profundos sobre las imperfecciones en los sistemas salariales de esas entidades, ya sea en Matanzas o en cualquier otra provincia del país.
Roberto Pérez Betancourt
Es realidad estimulante de cara al futuro, y que en términos concretos se expresa en un incremento del 18 por ciento de la productividad por trabajador y 11 por ciento de incremento en el salario medio, en lo que influyó un aumento de 179 pesos per cápita.
Precisemos: nos referimos a estadísticas, y a promedios de quienes cobran por el rendimiento, de manera que los que todavía no lo hacen NO aparecen incluidos en esas cifras, solo aquellos trabajadores que han estado laborando con los resultados de su actividad vinculados al pago salarial.
Como vemos, se trata de un impacto positivo, aunque todavía insuficiente en relación con las necesidades de ingreso de los trabajadores para afrontar precios que no ceden en los mercados de productos agropecuarias, y otros de producción nacional o importados.
Observemos lo que afirma Murillo, cito: “Se aprecia una mayor atención por parte de directivos y trabajadores a la eficiencia y el cumplimiento del Plan, al tiempo que se incrementan los ingresos provenientes del trabajo”. Fin de la cita.
Reitero: Murillo se refiere al pago por resultados. Pero también hay que observar que siete meses después de implementada la referida resolución 17 se identificaron algunos problemas, tales como el pago sin respaldo productivo efectuado en 238 empresas por un monto de 347 millones de pesos, el 69 por ciento en entidades agropecuarias y azucareras, y del sistema empresarial de los consejos de administración, lo que evidentemente exige análisis profundos sobre las imperfecciones en los sistemas salariales de esas entidades, ya sea en Matanzas o en cualquier otra provincia del país.
Roberto Pérez Betancourt
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