Roberto Pérez Betancourt
La más publicitada noticia, después de la salida de Cuba de la arbitraria lista de países patrocinadores del terrorismo, refiere la enfática afirmación de un grupo de congresistas estadounidenses, en reciente visita a La Habana, sobre el apoyo bicameral al levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, como medida indispensable para que fluyan los negocios y se abran avenidas de cooperación.
Así lo declaró el congresista por el Estado de Arizona, Raúl Grijalva, uno de los miembros de la delegación.
Recordemos: La relación de hechos desde el 17 de diciembre de 2014, cuando Raúl Castro y Barack Obama anunciaron la disposición de sus respectivos gobiernos de acercarse, demuestra progresiva ascensión en esos empeños, que deben salvar grandes obstáculos, interpuestos a través de 54 años de diferendo en los ámbitos político, ideológico y económico.
El acercamiento ocurre a través de conversaciones, a veces explícitas ante los medios de difusión, y otras sin comunicados de prensa, pero en todos los casos con saldos optimistas según notas de ambas partes, y todo a pesar de los escollos que no cesan de poner quienes durante más de cinco décadas se han beneficiado de la industria de la contrarrevolución, y pretenden seguir usufructuando los presupuestos multimillonarios que anualmente pagan los contribuyentes estadounidenses a través de impuestos con el fin declarado por su gobierno -hecho plan oficial-, de desestabilizar a la nación cubana.
Precisemos: las conversaciones y acuerdos a los que se arriban se sustentan en principios subrayados por Cuba, y se resumen en ninguna concesión de soberanía, independencia y potestad de criterio, los cuales, en todos los casos, deben ser aceptados por la contraparte estadounidense.
En este contexto, las encuestas demuestran el mayoritario respaldo del pueblo estadounidense al cambio en la política hacia Cuba, factor que los candidatos a las elecciones venideras no pueden dejar de tomar en cuenta.(TVY)(05/06/15)
Publicar un comentario