Roberto Pérez Betancourt
La Logística estudia y aplica modos y métodos para organizar algo. Suele emplearse el término como sinónimo de abastecer, suministrar, avituallar.
En opinión del experto José Antonio Acevedo, los excesos de inventarios, la baja disponibilidad de productos en el mercado y la insatisfacción de los clientes son consecuencia de haber descuidado la logística como condición necesaria en el desarrollo económico, en el caso de Cuba.
El tema ocupó buena parte del primer simposio internacional sobre el desarrollo del comercio y los servicios efectuado recientemente en el Palacio de las Convenciones.
Por supuesto, el escenario cubano posee peculiaridades que lo diferencian de otros, pues Cuba sufre restricciones de recursos a la par de creciente demanda social. Pero precisamente esa condición exige mayor ocupación técnica en abastecer y aprovechar las existencias de materias primas, materiales y múltiples artefactos que solemos llamar “de lento movimiento”, aunque en algún punto de la Isla alguien los esté buscando afanosamente sin encontrarlos.
La experiencia dice que entidades estatales y cooperativas en ocasiones planifican suministros en cantidades excesivas, y luego envejecen en sus almacenes, incluidos equipos tecnológicos que no se instalan, se olvidan en cualquier rincón de almacén, se extravía la tarjeta de su inventario hasta que un día alguien se lo lleva subrepticiamente o simplemente descubre que ya no sirve para nada.
Por supuesto, los métodos obsoletos de inventariar tienen que ver con esta realidad y exigen aplicar la computación para saber lo que tenemos, con qué contamos, lo que sobra y otros pueden necesitar.
A parejas se necesitan procedimientos viables y constantes para salir de lo viejo y permitir que otros, ya sean entidades jurídicas o simples consumidores, puedan adquirir lo que fallece en los anaqueles.
A gran escala, satisface saber que hoy trabajan varios ministerios en actividades relacionadas con el almacenamiento, distribución, agrupe y desagrupe de contenedores.
Pero en las localidades también urge que en agrupaciones empresariales y de talleres, de igual o diversas ramas, funcione una logística integrada con procedimientos desburocratizados, que permita poner en movimiento lo que está inerte en almacenes y estantes, de Matanzas y en todo el país.
(TVY)(01/06/15)
La Logística estudia y aplica modos y métodos para organizar algo. Suele emplearse el término como sinónimo de abastecer, suministrar, avituallar.
En opinión del experto José Antonio Acevedo, los excesos de inventarios, la baja disponibilidad de productos en el mercado y la insatisfacción de los clientes son consecuencia de haber descuidado la logística como condición necesaria en el desarrollo económico, en el caso de Cuba.
El tema ocupó buena parte del primer simposio internacional sobre el desarrollo del comercio y los servicios efectuado recientemente en el Palacio de las Convenciones.
Por supuesto, el escenario cubano posee peculiaridades que lo diferencian de otros, pues Cuba sufre restricciones de recursos a la par de creciente demanda social. Pero precisamente esa condición exige mayor ocupación técnica en abastecer y aprovechar las existencias de materias primas, materiales y múltiples artefactos que solemos llamar “de lento movimiento”, aunque en algún punto de la Isla alguien los esté buscando afanosamente sin encontrarlos.
La experiencia dice que entidades estatales y cooperativas en ocasiones planifican suministros en cantidades excesivas, y luego envejecen en sus almacenes, incluidos equipos tecnológicos que no se instalan, se olvidan en cualquier rincón de almacén, se extravía la tarjeta de su inventario hasta que un día alguien se lo lleva subrepticiamente o simplemente descubre que ya no sirve para nada.
Por supuesto, los métodos obsoletos de inventariar tienen que ver con esta realidad y exigen aplicar la computación para saber lo que tenemos, con qué contamos, lo que sobra y otros pueden necesitar.
A parejas se necesitan procedimientos viables y constantes para salir de lo viejo y permitir que otros, ya sean entidades jurídicas o simples consumidores, puedan adquirir lo que fallece en los anaqueles.
A gran escala, satisface saber que hoy trabajan varios ministerios en actividades relacionadas con el almacenamiento, distribución, agrupe y desagrupe de contenedores.
Pero en las localidades también urge que en agrupaciones empresariales y de talleres, de igual o diversas ramas, funcione una logística integrada con procedimientos desburocratizados, que permita poner en movimiento lo que está inerte en almacenes y estantes, de Matanzas y en todo el país.
(TVY)(01/06/15)
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