Con un año de edad aproximadamente, los animales de ambos sexos pasaron de manera satisfactoria el proceso de adaptación y cuidado en nuestra institución y se encuentran en perfecto estado de salud, informó en exclusiva Miguel Luis Abud Soto, su director, reseña Lino Luben Pérez en la web de la AIN.
Añadió que los técnicos llevaron al pie de la letra las medidas restrictivas y sanitarias del Instituto Nacional de Veterinaria, luego de ser traídos los reptiles por vía área en un largo viaje desde Estocolmo a La Habana.
Una vez transcurrido el período correspondiente fueron trasladados al Criadero de Cocodrilos de la Ciénaga de Zapata.
Esta última es considerado el mayor Humedal del Caribe Insular, donde serán atendidos por Roberto Ramos Targarona, conocido por Toby, quién casi por más de un cuarto de siglo trabaja en el estudio y preservación de estos reptiles que pueden alcanzar hasta cuatro metros de longitud, según especialistas.
La presencia de los cocodrilos en la capital cubana constituyó una donación de Jonas Wahlström, director general del parque Skansen-Akvariet, donde nacieron las crías; su hija Ana Wahlström, bióloga y vicedirectora de esa instalación; y Annika Widebeck, periodista y fotógrafa encargada de un documental en fase de producción.
Los tres con su cargamento llegaron en abril último al aeropuerto Internacional José Marti en un vuelo procedente de Amsterdam, pero iniciado en Estocolmo.
En la Ciénaga de Zapata, en la península del mismo nombre, convive con el rombifer en estado salvaje el cocodrilo americano (Crocodylus acutus), al igual que en la Ciénaga de Lanier, en el Municipio Especial de la Isla de la Juventud.
Por su importancia la especie cubana está protegida por las normas de la Convención Internacional para el Comercio de las Especies en Peligro de Extinción, CITES por sus siglas en inglés, un organismo que las clasifica por el grado de amenaza de desaparición. (TVY)(RPB)(26/05/15)
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