Equipo de prensa cubana
WASHINGTON.—Tras finalizar la conferencia de prensa en el Foreign Press Center de Washington, donde se abordaron escuetamente los resultados de la tercera ronda de conversaciones, la jefa de la delegación cubana, Josefina Vidal, respondió durante cerca de media hora varias preguntas de la prensa cubana.
—¿Cuáles han sido los principales avances en los últimos meses?
—Lo que hemos hecho en cuatro meses, para dos países que no han tenido relaciones diplomáticas por más de 50 años, se puede considerar un progreso.
“De hecho, de acuerdo con los resultados que ustedes mismos han visto y se han ido obteniendo paulatinamente desde que iniciamos estas conversaciones en enero, se han podido palpar estos avances. Cuando comenzamos a conversar en Cuba en enero la gama de temas que estuvimos discutiendo era mucho más amplia.
“Estuvimos durante dos rondas -en enero y febrero-, conversando sobre temas como la exclusión de Cuba de la Lista de países patrocinadores del terrorismo, y la necesidad de resolver la situación bancaria de la Sesión de Intereses. Un día como hoy podemos decir que esos dos asuntos están resueltos o están muy cerca de su solución.
“Desde esta semana nuestra Oficina de Intereses en Washington tiene servicios bancarios y a fines de esta semana va, finalmente, a ocurrir la exclusión de Cuba en la Lista de Estados Terroristas, que tengo entendido que se hará efectiva cuando esa decisión se publique en el Registro Federal, a principios de la próxima semana.
“Por tanto, dos de los temas que estuvimos debatiendo durante cierto tiempo, ya habrán quedado atrás.
“Hay otras cosas en las que tenemos que seguir hablando. Desde la primera ronda hemos estado conversando sobre otros asuntos que tienen que ver con la aplicación y la observancia de la Convención de Viena. En particular me refiero al comportamiento, la conducta de los diplomáticos. Pero también a las funciones de una misión diplomática.
“A su vez hemos estado conversando en paralelo sobre el funcionamiento como tal, la vida práctica de una embajada. Estamos ahora en el punto de seguir intercambiando en las próximas ideas y aspectos que han quedado pendientes, referidos al funcionamiento”
—¿Por qué permanece cierta retórica agresiva contra Cuba?
—Cambiar la retórica es algo que toma su tiempo: Perfilar, pulir, modificar. A mí realmente no me asombra ver, de vez en vez, que todavía a nivel declarativo, en el plano de las declaraciones oficiales que se realizan, algunos funcionarios utilizan frases que nos recuerdan de dónde venimos, de la política que todavía está en vigor, pero se supone que tiene que cambiar como parte del proceso hacia la normalización de las relaciones.
“Me resultó curioso al cierre de la VII Cumbre de las Américas en Panamá, en la conferencia de prensa del Presidente Obama, escucharle decir que el propósito de la política de EEUU, en el caso de Cuba, ya no era el cambio de régimen.
“Por tanto, nosotros esperamos que en la medida que avancemos en el proceso hacia la normalización de las relaciones, veamos una mejor correspondencia entre ese tipo de declaraciones y la vida real.
“La vida real nos dice que todavía se están solicitando financiamientos multimillonarios para el sostenimiento de este tipo de programas que Cuba considera que son ilegales, en tanto que son programas dirigidos a provocar cambios dentro de nuestro país y que a su vez se tratan de implementar sin ningún tipo de anuencia de las autoridades y del gobierno cubano.”
—¿El dinero sigue fluyendo para los planes contra Cuba?
—El Congreso sigue a su vez, en respuesta a esos pedidos del Gobierno, aprobando sumas importantes de dinero. De hecho ya sabemos que para el año fiscal 2016, que comenzará el primero de octubre del presente año, se están pidiendo 20 millones de dólares, que es la misma cifra que estableció el gobierno presente.
Nosotros hemos tomado nota de esas declaraciones que se están haciendo, y he escuchado en la última semana, en dos ocasiones, a la señora Roberta Jacobson aludiendo a que no se descarta la posibilidad de que este tipo de programas puedan ser revisados o adaptados a las nuevas circunstancias.
“Entonces, estamos realmente esperando que, como parte de este proceso, eso se vaya atendiendo y veamos una mejor coincidencia entre el dicho y el hecho. Será muy importante para nosotros comprobar que, realmente, estamos viendo un cambio en la política de EE.UU. hacia Cuba”.
—¿Después de tres rondas, cómo es el clima a lo interno de las conversaciones?
—Debo reconocer que, desde hace un tiempo para acá, incluso antes de estas rondas enfocadas en los temas del restablecimiento de relaciones y la apertura de embajadas, ha habido una comunicación en un plano mucho más profesional cuando lo comparamos con épocas anteriores. Y debo decir que eso se ha mantenido en las reuniones.
“En las reuniones, la interacción, los intercambios, son respetuosos, son profesionales. Realmente no he apreciado este tipo de manifestación que quizás en el plano retórico todavía vemos. Creo que hay que reconocerlo como tal. Creo que no puede ser de otra manera. Hemos llegado a este punto después de los anuncios del 17 de diciembre pasado precisamente porque nos estamos tratando como iguales y sobre bases de respeto y de total reciprocidad”.
“Esto no quiere decir que no hay diferencias, las hay. En algunos temas las diferencias son profundas. No puede ser de otra manera, pero estamos hablando y hemos aprendido a hablar sobre las diferencias con respeto, que era algo que nos faltó durante más de 50 años en los momentos que pudimos tener posibilidad de intercambios oficiales.”
—¿Qué importancia tienen estas rondas de conversaciones?
—Los presidentes tomaron una decisión que solo a ellos les compete, una decisión política, de dar un paso para restablecer relaciones diplomáticas y abrir embajadas por primera vez, después de 54 años. Pero después esto tiene que llevarse a la práctica, y por tanto, requiere discusiones sobre la base de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, de la Convención de Viena. Hay
que revisar todos esos aspectos.
“Hay que hablar de cuánto personal, qué tipo de personal. Porque las embajadas tienen distintas categorías, tienen funcionarios diplomáticos, tienen personal técnico administrativo…”
“Todo esto había que discutirlo. Qué tipo de rango van a tener esos funcionarios una vez que se restablezcan las relaciones. Cuáles van a ser sus privilegios y sus inmunidades. ¡Miren cuántas cosas hay que conversar! ¿Cómo van a trabajar las embajadas? ¿Cómo vamos a intercambiar los documentos para dar estos pasos de formalización y restablecimiento y apertura de embajadas? ¿En qué momento le vamos a comunicar al gobierno de Suiza que nos ha estado representando en las respectivas capitales la terminación del acuerdo que tenemos con Suiza?
“Quizás hay personas que piensan que esto se puede hacer rápido. Creo que la intención de ambas partes ha sido hacerlo rápido. De hecho les repito: la impresión que tengo es que, en 4 meses, cada vez que nos reunimos hemos avanzado un poco más hacia ese objetivo al que tenemos que llegar para concretar la decisión política tomada por nuestros presidentes.”
—¿Cómo marchan los encuentros técnicos paralelos a las rondas de diálogo?
—Creo que marchan de manera apropiada. Este tipo de conversación a nivel técnico para abordar temas de interés común, no comenzó en enero de este año, cuando nos reunimos por primera vez para hablar de restablecimiento de relaciones y apertura de embajadas, sino que ya había empezado hace como dos años.
“Lo que ha ocurrido de enero para acá es que se ha dinamizado, en las áreas en las que ya veníamos conversando y se ha abierto a otras nuevas esferas.
“Creo que marcha de manera adecuada y que cada uno está sobre carriles distintos, que avanzan a la vez en paralelo, cada uno con sus dinámicas propias.
“Es importante el número de temas sobre los cuales ya estamos conversando entre Cuba y Estados Unidos y los otros que potencialmente sabemos que van a empezar próximamente (…), para en definitiva trabajar en temas que son de beneficio mutuo para Cuba, para Estados Unidos y para los pueblos de Cuba y Estados Unidos y para la región, porque muchos de ellos irradian más allá de la relación bilateral, e incluso algunos pudieran tener impacto a nivel mundial.
—¿Cómo se desarrollarán en específico los intercambios sobre salud y cumplimiento y aplicación de la ley?
—El tema que hemos identificado para comenzar esta conversación en materia de salud, que me parece que puede ser ilimitada de acuerdo a las experiencias y los desarrollos que hemos tenido en cada uno de nuestros países en este sector, es el de las enfermedades infecciosas. Creo que es un tema muy a tono con la actualidad, como resultado de la globalización, del cambio climático, todo lo que conocemos.
“Cuba tiene una tremenda experiencia en materia de prevención y en materia de combate y enfrentamiento a estas enfermedades una vez que se presentan. Lo hemos hecho en Cuba y lo hemos incluso aplicado y hemos ayudado a otros países del mundo.
“Estados Unidos también tiene experiencias similares, tiene un alto desarrollo científico, un alto desarrollo tecnológico y también, sus propias experiencias lidiando con algunas de estas enfermedades aquí y en otros lugares del mundo.
“Creo que es un tema muy oportuno, de mucha actualidad para comenzar esta conversación que debe ocurrir en el mes de junio.
“Vamos a empezar a hablar también sobre un tema de mucha importancia, sobre todo ahora, que es aplicación y cumplimiento de la ley. ¿Y por qué digo que es de mucha importancia ahora? Como resultado de la decisión de incrementar los viajes y los intercambios entre Cuba y Estados Unidos, hay un mayor movimiento de personas entre los dos países y se presentan problemas, lamentablemente se cometen delitos y no tenemos un mecanismo establecido entre los dos países para ómo, de conjunto, combatirlos.
“Ese tipo de colaboración en materia judicial y o en materia de aplicación de la ley, de hecho Cuba y Estados Unidos lo tienen con muchísimos países.
“Ni Estados Unidos ni Cuba estamos interesados en que se desarrollen los delitos y muchos menos los delitos de carácter transnacional, por las preocupaciones que puede generar y problemas para la seguridad ciudadana de nuestros países pero también para la seguridad nacional de ambas naciones. Por tanto, es un área muy importante.
Todavía no hemos comenzado, estamos todavía pendientes incluso de definir una fecha, pero ya hemos llegado a la conclusión de que esta es un área que tenemos que abrir y que es beneficiosa para los dos países.
—¿Una vez que se restablezcan relaciones, cómo se entablará un diálogo sobre la normalización?
—En Cuba hemos identificado una lista preliminar en la que, una vez que concluyamos esta primera fase, debemos empezar a discutir con el propósito de avanzar hacia la normalización de las relaciones.
“De nuestro lado hemos planteado los temas que ustedes han conocido -una lista preliminar, puede que sobre la marcha, de las discusiones surgen otros-: el levantamiento del bloqueo; la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, y el cese de las transmisiones ilegales de Radio y Televisión Martí, que además de ser lesivas a la soberanía de Cuba, violan normas y regulaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Por
supuesto, está el fin de estos programas que originalmente fueron concebidos para promover un “cambio de régimen” -como se dice acá, en EEUU-, que en nuestro léxico son programas subversivos para promover cambios en nuestro país, y situaciones de desestabilización dentro de Cuba.
“Por supuesto, del lado de Cuba hemos hablado de las compensaciones a nuestro país y a nuestro pueblo por los daños ocasionados por las políticas de EEUU implementadas en estos más de 50 años.
“Estados Unidos ha avanzado al menos uno de los temas que le interesará discutir en esta segunda fase: las compensaciones por las propiedades que fueron nacionalizadas en Cuba al inicio de la Revolución.
“Por tanto tenemos ya una gama, al menos, para comenzar, de temas bien identificados. Pero este proceso va a demorar. Hay que ser realistas. Hay que saber de qué estamos hablando y lo importante es la voluntad de comenzar a involucrarnos en ese tipo de discusiones”.
No hemos definido cómo lo vamos a hacer, si se van a crear un mecanismo, si se van a crear comisiones, grupos, si veremos todo de conjunto o de manera separada cada uno; nada de eso.
—¿Habrá una nueva ronda sobre restablecimiento de relaciones?
—No se puede pensar que nosotros conversamos solamente cuando nos hemos visto en estas reuniones. Entre una y otra, mantenemos una comunicación fluida a través del Jefe de nuestra Oficina de Intereses en Washington, y a través del Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos, en La Habana.
“Por esas vías hemos intercambiado ideas, avanzado opiniones, posiciones, puntos de vista. En principio, eso es lo que vamos a seguir haciendo en los próximos días y semanas. En la medida en que avancemos en esta comunicación, llegaremos a la conclusión de si (la reanudación de las relaciones y apertura de embajadas) ya lo podemos resolver por esta vía, o si hace falta una nueva ronda de conversaciones.
WASHINGTON.—Tras finalizar la conferencia de prensa en el Foreign Press Center de Washington, donde se abordaron escuetamente los resultados de la tercera ronda de conversaciones, la jefa de la delegación cubana, Josefina Vidal, respondió durante cerca de media hora varias preguntas de la prensa cubana.
—¿Cuáles han sido los principales avances en los últimos meses?
—Lo que hemos hecho en cuatro meses, para dos países que no han tenido relaciones diplomáticas por más de 50 años, se puede considerar un progreso.
“De hecho, de acuerdo con los resultados que ustedes mismos han visto y se han ido obteniendo paulatinamente desde que iniciamos estas conversaciones en enero, se han podido palpar estos avances. Cuando comenzamos a conversar en Cuba en enero la gama de temas que estuvimos discutiendo era mucho más amplia.
“Estuvimos durante dos rondas -en enero y febrero-, conversando sobre temas como la exclusión de Cuba de la Lista de países patrocinadores del terrorismo, y la necesidad de resolver la situación bancaria de la Sesión de Intereses. Un día como hoy podemos decir que esos dos asuntos están resueltos o están muy cerca de su solución.
“Desde esta semana nuestra Oficina de Intereses en Washington tiene servicios bancarios y a fines de esta semana va, finalmente, a ocurrir la exclusión de Cuba en la Lista de Estados Terroristas, que tengo entendido que se hará efectiva cuando esa decisión se publique en el Registro Federal, a principios de la próxima semana.
“Por tanto, dos de los temas que estuvimos debatiendo durante cierto tiempo, ya habrán quedado atrás.
“Hay otras cosas en las que tenemos que seguir hablando. Desde la primera ronda hemos estado conversando sobre otros asuntos que tienen que ver con la aplicación y la observancia de la Convención de Viena. En particular me refiero al comportamiento, la conducta de los diplomáticos. Pero también a las funciones de una misión diplomática.
“A su vez hemos estado conversando en paralelo sobre el funcionamiento como tal, la vida práctica de una embajada. Estamos ahora en el punto de seguir intercambiando en las próximas ideas y aspectos que han quedado pendientes, referidos al funcionamiento”
—¿Por qué permanece cierta retórica agresiva contra Cuba?
—Cambiar la retórica es algo que toma su tiempo: Perfilar, pulir, modificar. A mí realmente no me asombra ver, de vez en vez, que todavía a nivel declarativo, en el plano de las declaraciones oficiales que se realizan, algunos funcionarios utilizan frases que nos recuerdan de dónde venimos, de la política que todavía está en vigor, pero se supone que tiene que cambiar como parte del proceso hacia la normalización de las relaciones.
“Me resultó curioso al cierre de la VII Cumbre de las Américas en Panamá, en la conferencia de prensa del Presidente Obama, escucharle decir que el propósito de la política de EEUU, en el caso de Cuba, ya no era el cambio de régimen.
“Por tanto, nosotros esperamos que en la medida que avancemos en el proceso hacia la normalización de las relaciones, veamos una mejor correspondencia entre ese tipo de declaraciones y la vida real.
“La vida real nos dice que todavía se están solicitando financiamientos multimillonarios para el sostenimiento de este tipo de programas que Cuba considera que son ilegales, en tanto que son programas dirigidos a provocar cambios dentro de nuestro país y que a su vez se tratan de implementar sin ningún tipo de anuencia de las autoridades y del gobierno cubano.”
—¿El dinero sigue fluyendo para los planes contra Cuba?
—El Congreso sigue a su vez, en respuesta a esos pedidos del Gobierno, aprobando sumas importantes de dinero. De hecho ya sabemos que para el año fiscal 2016, que comenzará el primero de octubre del presente año, se están pidiendo 20 millones de dólares, que es la misma cifra que estableció el gobierno presente.
Nosotros hemos tomado nota de esas declaraciones que se están haciendo, y he escuchado en la última semana, en dos ocasiones, a la señora Roberta Jacobson aludiendo a que no se descarta la posibilidad de que este tipo de programas puedan ser revisados o adaptados a las nuevas circunstancias.
“Entonces, estamos realmente esperando que, como parte de este proceso, eso se vaya atendiendo y veamos una mejor coincidencia entre el dicho y el hecho. Será muy importante para nosotros comprobar que, realmente, estamos viendo un cambio en la política de EE.UU. hacia Cuba”.
—¿Después de tres rondas, cómo es el clima a lo interno de las conversaciones?
—Debo reconocer que, desde hace un tiempo para acá, incluso antes de estas rondas enfocadas en los temas del restablecimiento de relaciones y la apertura de embajadas, ha habido una comunicación en un plano mucho más profesional cuando lo comparamos con épocas anteriores. Y debo decir que eso se ha mantenido en las reuniones.
“En las reuniones, la interacción, los intercambios, son respetuosos, son profesionales. Realmente no he apreciado este tipo de manifestación que quizás en el plano retórico todavía vemos. Creo que hay que reconocerlo como tal. Creo que no puede ser de otra manera. Hemos llegado a este punto después de los anuncios del 17 de diciembre pasado precisamente porque nos estamos tratando como iguales y sobre bases de respeto y de total reciprocidad”.
“Esto no quiere decir que no hay diferencias, las hay. En algunos temas las diferencias son profundas. No puede ser de otra manera, pero estamos hablando y hemos aprendido a hablar sobre las diferencias con respeto, que era algo que nos faltó durante más de 50 años en los momentos que pudimos tener posibilidad de intercambios oficiales.”
—¿Qué importancia tienen estas rondas de conversaciones?
—Los presidentes tomaron una decisión que solo a ellos les compete, una decisión política, de dar un paso para restablecer relaciones diplomáticas y abrir embajadas por primera vez, después de 54 años. Pero después esto tiene que llevarse a la práctica, y por tanto, requiere discusiones sobre la base de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, de la Convención de Viena. Hay
que revisar todos esos aspectos.
“Hay que hablar de cuánto personal, qué tipo de personal. Porque las embajadas tienen distintas categorías, tienen funcionarios diplomáticos, tienen personal técnico administrativo…”
“Todo esto había que discutirlo. Qué tipo de rango van a tener esos funcionarios una vez que se restablezcan las relaciones. Cuáles van a ser sus privilegios y sus inmunidades. ¡Miren cuántas cosas hay que conversar! ¿Cómo van a trabajar las embajadas? ¿Cómo vamos a intercambiar los documentos para dar estos pasos de formalización y restablecimiento y apertura de embajadas? ¿En qué momento le vamos a comunicar al gobierno de Suiza que nos ha estado representando en las respectivas capitales la terminación del acuerdo que tenemos con Suiza?
“Quizás hay personas que piensan que esto se puede hacer rápido. Creo que la intención de ambas partes ha sido hacerlo rápido. De hecho les repito: la impresión que tengo es que, en 4 meses, cada vez que nos reunimos hemos avanzado un poco más hacia ese objetivo al que tenemos que llegar para concretar la decisión política tomada por nuestros presidentes.”
—¿Cómo marchan los encuentros técnicos paralelos a las rondas de diálogo?
—Creo que marchan de manera apropiada. Este tipo de conversación a nivel técnico para abordar temas de interés común, no comenzó en enero de este año, cuando nos reunimos por primera vez para hablar de restablecimiento de relaciones y apertura de embajadas, sino que ya había empezado hace como dos años.
“Lo que ha ocurrido de enero para acá es que se ha dinamizado, en las áreas en las que ya veníamos conversando y se ha abierto a otras nuevas esferas.
“Creo que marcha de manera adecuada y que cada uno está sobre carriles distintos, que avanzan a la vez en paralelo, cada uno con sus dinámicas propias.
“Es importante el número de temas sobre los cuales ya estamos conversando entre Cuba y Estados Unidos y los otros que potencialmente sabemos que van a empezar próximamente (…), para en definitiva trabajar en temas que son de beneficio mutuo para Cuba, para Estados Unidos y para los pueblos de Cuba y Estados Unidos y para la región, porque muchos de ellos irradian más allá de la relación bilateral, e incluso algunos pudieran tener impacto a nivel mundial.
—¿Cómo se desarrollarán en específico los intercambios sobre salud y cumplimiento y aplicación de la ley?
—El tema que hemos identificado para comenzar esta conversación en materia de salud, que me parece que puede ser ilimitada de acuerdo a las experiencias y los desarrollos que hemos tenido en cada uno de nuestros países en este sector, es el de las enfermedades infecciosas. Creo que es un tema muy a tono con la actualidad, como resultado de la globalización, del cambio climático, todo lo que conocemos.
“Cuba tiene una tremenda experiencia en materia de prevención y en materia de combate y enfrentamiento a estas enfermedades una vez que se presentan. Lo hemos hecho en Cuba y lo hemos incluso aplicado y hemos ayudado a otros países del mundo.
“Estados Unidos también tiene experiencias similares, tiene un alto desarrollo científico, un alto desarrollo tecnológico y también, sus propias experiencias lidiando con algunas de estas enfermedades aquí y en otros lugares del mundo.
“Creo que es un tema muy oportuno, de mucha actualidad para comenzar esta conversación que debe ocurrir en el mes de junio.
“Vamos a empezar a hablar también sobre un tema de mucha importancia, sobre todo ahora, que es aplicación y cumplimiento de la ley. ¿Y por qué digo que es de mucha importancia ahora? Como resultado de la decisión de incrementar los viajes y los intercambios entre Cuba y Estados Unidos, hay un mayor movimiento de personas entre los dos países y se presentan problemas, lamentablemente se cometen delitos y no tenemos un mecanismo establecido entre los dos países para ómo, de conjunto, combatirlos.
“Ese tipo de colaboración en materia judicial y o en materia de aplicación de la ley, de hecho Cuba y Estados Unidos lo tienen con muchísimos países.
“Ni Estados Unidos ni Cuba estamos interesados en que se desarrollen los delitos y muchos menos los delitos de carácter transnacional, por las preocupaciones que puede generar y problemas para la seguridad ciudadana de nuestros países pero también para la seguridad nacional de ambas naciones. Por tanto, es un área muy importante.
Todavía no hemos comenzado, estamos todavía pendientes incluso de definir una fecha, pero ya hemos llegado a la conclusión de que esta es un área que tenemos que abrir y que es beneficiosa para los dos países.
—¿Una vez que se restablezcan relaciones, cómo se entablará un diálogo sobre la normalización?
—En Cuba hemos identificado una lista preliminar en la que, una vez que concluyamos esta primera fase, debemos empezar a discutir con el propósito de avanzar hacia la normalización de las relaciones.
“De nuestro lado hemos planteado los temas que ustedes han conocido -una lista preliminar, puede que sobre la marcha, de las discusiones surgen otros-: el levantamiento del bloqueo; la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, y el cese de las transmisiones ilegales de Radio y Televisión Martí, que además de ser lesivas a la soberanía de Cuba, violan normas y regulaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Por
supuesto, está el fin de estos programas que originalmente fueron concebidos para promover un “cambio de régimen” -como se dice acá, en EEUU-, que en nuestro léxico son programas subversivos para promover cambios en nuestro país, y situaciones de desestabilización dentro de Cuba.
“Por supuesto, del lado de Cuba hemos hablado de las compensaciones a nuestro país y a nuestro pueblo por los daños ocasionados por las políticas de EEUU implementadas en estos más de 50 años.
“Estados Unidos ha avanzado al menos uno de los temas que le interesará discutir en esta segunda fase: las compensaciones por las propiedades que fueron nacionalizadas en Cuba al inicio de la Revolución.
“Por tanto tenemos ya una gama, al menos, para comenzar, de temas bien identificados. Pero este proceso va a demorar. Hay que ser realistas. Hay que saber de qué estamos hablando y lo importante es la voluntad de comenzar a involucrarnos en ese tipo de discusiones”.
No hemos definido cómo lo vamos a hacer, si se van a crear un mecanismo, si se van a crear comisiones, grupos, si veremos todo de conjunto o de manera separada cada uno; nada de eso.
—¿Habrá una nueva ronda sobre restablecimiento de relaciones?
—No se puede pensar que nosotros conversamos solamente cuando nos hemos visto en estas reuniones. Entre una y otra, mantenemos una comunicación fluida a través del Jefe de nuestra Oficina de Intereses en Washington, y a través del Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos, en La Habana.
“Por esas vías hemos intercambiado ideas, avanzado opiniones, posiciones, puntos de vista. En principio, eso es lo que vamos a seguir haciendo en los próximos días y semanas. En la medida en que avancemos en esta comunicación, llegaremos a la conclusión de si (la reanudación de las relaciones y apertura de embajadas) ya lo podemos resolver por esta vía, o si hace falta una nueva ronda de conversaciones.
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