Ser creativos puede significar la diferencia entre la inactividad y la posibilidad de generar, descubrir y crear nuevos caminos, nuevos productos y nuevos valores.
Muchas veces pensamos no tanto en cómo definir la creatividad sino en cómo acercarla a nuestras vidas. Y nada más simple porque puede estar en todo lo que nos propongamos. Lo mismo en las ciencias, las artes, el deporte la culinaria o cualquier oficio, siempre en función de movernos el pensamiento y las ganas de emprender nuevos proyectos.
Lo primero en este tema de la creatividad es emprender la búsqueda de las habilidades desde lo individual para luego poder desarrollarlas. Claro, eso dependerá en gran medida de la personalidad de cada quien. Los hay más emprendedores, arriesgados y amantes del cambio mientras otros prefieren la rutina para no salirse del camino.
La escuela y los profesores mucho pueden aportar a la hora de estimular la creatividad, no solo en el entorno del aula sino en cualquier espacio en que se muevan los jóvenes. Y es que siempre resulta muy valioso mover el pensamiento para dejar lugar a los desafíos, tanto en el presente como en el futuro.
¿Existe acaso alguna fórmula para hacer efectiva la creatividad en el día a día de todos? Creo que la respuesta es no. Todo dependerá de las capacidades individuales y los deseos de hacer. La creatividad aparece comúnmente relacionada con la presencia de un enigma, un problema, un signo de pregunta como punto de inicial que en vez de ser eludido o negado buscar ser solucionado. Y eso puede estar en cualquier parte.
El proceso creativo se desarrolla en un contexto particular que siempre conlleva a un nuevo enigma y así sucesivamente. Esta es una característica que muestra que el trabajo creativo es la persecución de un objetivo que una vez alcanzado implica el planteamiento y el inicio de un nuevo proceso creativo. Como para no darse nunca por vencido ni agotar todas las posibilidades.
La creatividad no precisa edad, sólo una mente fresca y dispuesta a generar constantemente nuevas y mejores ideas para aplicarlas luego a la escuela, la profesión, la familia, el arte o el deporte, por solo citar algunos ejemplos. Es algo así como pintar de color la vida en respuesta al aburrimiento.
(Por: Eliane Táboas Merino. 7/5/2015)
Muchas veces pensamos no tanto en cómo definir la creatividad sino en cómo acercarla a nuestras vidas. Y nada más simple porque puede estar en todo lo que nos propongamos. Lo mismo en las ciencias, las artes, el deporte la culinaria o cualquier oficio, siempre en función de movernos el pensamiento y las ganas de emprender nuevos proyectos.
Lo primero en este tema de la creatividad es emprender la búsqueda de las habilidades desde lo individual para luego poder desarrollarlas. Claro, eso dependerá en gran medida de la personalidad de cada quien. Los hay más emprendedores, arriesgados y amantes del cambio mientras otros prefieren la rutina para no salirse del camino.
La escuela y los profesores mucho pueden aportar a la hora de estimular la creatividad, no solo en el entorno del aula sino en cualquier espacio en que se muevan los jóvenes. Y es que siempre resulta muy valioso mover el pensamiento para dejar lugar a los desafíos, tanto en el presente como en el futuro.
¿Existe acaso alguna fórmula para hacer efectiva la creatividad en el día a día de todos? Creo que la respuesta es no. Todo dependerá de las capacidades individuales y los deseos de hacer. La creatividad aparece comúnmente relacionada con la presencia de un enigma, un problema, un signo de pregunta como punto de inicial que en vez de ser eludido o negado buscar ser solucionado. Y eso puede estar en cualquier parte.
El proceso creativo se desarrolla en un contexto particular que siempre conlleva a un nuevo enigma y así sucesivamente. Esta es una característica que muestra que el trabajo creativo es la persecución de un objetivo que una vez alcanzado implica el planteamiento y el inicio de un nuevo proceso creativo. Como para no darse nunca por vencido ni agotar todas las posibilidades.
La creatividad no precisa edad, sólo una mente fresca y dispuesta a generar constantemente nuevas y mejores ideas para aplicarlas luego a la escuela, la profesión, la familia, el arte o el deporte, por solo citar algunos ejemplos. Es algo así como pintar de color la vida en respuesta al aburrimiento.
(Por: Eliane Táboas Merino. 7/5/2015)
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