Cuidar al Planeta todo, y en particular alimentar al propio sustrato tierra, para conservar y ampliar sus propiedades feraces, que posibilitan la producción de alimentos para los seres vivos de todas las especies, es imperativo recordatorio en este 22 de abril, Día Mundial de la Madre Tierra.
El Día de la Tierra fue celebrado por vez primera en Estados Unidos, el 22 de abril de 1970, e inicialmente se festejó en dicho país, Canadá y Europa Occidental. Su objetivo es propiciar el desarrollo de una conciencia ambiental en todos los miembros de la población mundial, a partir de actividades concretas
en las que se involucran las autoridades estatales y municipales, la sociedad civil y organizaciones ambientales no gubernamentales, con las aportaciones y esfuerzos de niños, jóvenes y adultos.
La provincia de Matanzas y otras regiones de Cuba continúan acciones de beneficio a los suelos, especialmente mediante tecnologías aplicadas a la conservación de ecosistemas y al desarrollo de prácticas agropecuarias sustentables.
La fecha fue instituida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) tras la iniciativa del presidente de Bolivia, Evo Morales.
“Ha llegado el momento de reconocer que la Tierra no nos pertenece, sino que nosotros pertenecemos a la Tierra”, dijo Evo poco antes de aprobar la resolución en 2009, e indicó que esa nueva declaración debería partir de cuatro principios básicos: el derecho a la vida de los ecosistemas, el derecho a la regeneración de la biodiversidad, el derecho a vivir sin contaminación y el derecho a la convivencia armónica con la naturaleza.
En la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, efectuada en Cochabamba, Bolivia, con la participación de representantes de 126 naciones, fue aprobado un proyecto de declaración universal de los derechos de la Madre Tierra, que señala al modelo económico capitalista como responsable del calentamiento global y plantea un cambio radical basado en la armonía entre el hombre de la naturaleza.
El documento advirtió que ya se excedió en 30 por ciento la capacidad del planeta para regenerarse y que a este ritmo de sobre-explotación, se necesitarían dos planetas el año 2030. (Por: Roberto Pérez Betancourt) (TVY)(Actualizado en 22/04/15)
El Día de la Tierra fue celebrado por vez primera en Estados Unidos, el 22 de abril de 1970, e inicialmente se festejó en dicho país, Canadá y Europa Occidental. Su objetivo es propiciar el desarrollo de una conciencia ambiental en todos los miembros de la población mundial, a partir de actividades concretas
en las que se involucran las autoridades estatales y municipales, la sociedad civil y organizaciones ambientales no gubernamentales, con las aportaciones y esfuerzos de niños, jóvenes y adultos.
La provincia de Matanzas y otras regiones de Cuba continúan acciones de beneficio a los suelos, especialmente mediante tecnologías aplicadas a la conservación de ecosistemas y al desarrollo de prácticas agropecuarias sustentables.
La fecha fue instituida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) tras la iniciativa del presidente de Bolivia, Evo Morales.
“Ha llegado el momento de reconocer que la Tierra no nos pertenece, sino que nosotros pertenecemos a la Tierra”, dijo Evo poco antes de aprobar la resolución en 2009, e indicó que esa nueva declaración debería partir de cuatro principios básicos: el derecho a la vida de los ecosistemas, el derecho a la regeneración de la biodiversidad, el derecho a vivir sin contaminación y el derecho a la convivencia armónica con la naturaleza.
En la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, efectuada en Cochabamba, Bolivia, con la participación de representantes de 126 naciones, fue aprobado un proyecto de declaración universal de los derechos de la Madre Tierra, que señala al modelo económico capitalista como responsable del calentamiento global y plantea un cambio radical basado en la armonía entre el hombre de la naturaleza.
El documento advirtió que ya se excedió en 30 por ciento la capacidad del planeta para regenerarse y que a este ritmo de sobre-explotación, se necesitarían dos planetas el año 2030. (Por: Roberto Pérez Betancourt) (TVY)(Actualizado en 22/04/15)
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