Los amigos son una parte esencial en la vida de cada persona, sin importar la edad. Conocen en profundidad algunos de tus secretos, defectos y manías. Son esos que sólo con una frase entienden una broma o cómo te encuentras en un momento complicado de tu vida.
Algunos piensan que los amigos son para toda la vida, sin embargo en ocasiones se pierden. ¿Por qué? La razón más evidente es por una deslealtad. Pero si hablamos por qué ocurre con más facilidad tendríamos que mencionar lo que a todos nos ha pasado alguna vez, la falta de contacto.
Cambios propios de la vida como el traslado de una ciudad a otra o de un país a otro, el casamiento, los hijos o la falta de tiempo terminan distanciando muchas veces a los amigos. Lo peor es que una vez que se rompen los lazos afectivos es difícil volver a establecer la misma complicidad.
La clave para recuperar una amistad que se ha roto porque pensamos que no ha estado a la altura del momento o nos ha ofendido de alguna forma es valorar si realmente la ofensa es tan grande como para no volver a contar con esa persona en nuestra vida.
No todos están de acuerdo con esto de que se pierden los amigos. La mayoría cree que cuando existe una amistad verdadera, no importan las distancias, los problemas o malos entendidos. La mayor disyuntiva es encontrar a ese amigo a todo dar, aquel que sin miramientos te apoye en las buenas y las malas.
Los auténticos amigos, aquellas personas que elegimos y nos eligen libremente por empatía, por el simple gusto de compartir la alegría de cada encuentro, empiezan a escasear. Así que lo más recomendable es cuidar a esos amigos que ya tenemos y tratar por sobre todas las cosas de mantenerlos a nuestro lado a pesar de las distancias o las complicaciones propias de la vida.
Publicar un comentario