El escenario brasileño tende a complejizarsemientras se adentra enelaño 2015. Una suma de factoreshacen que sea cada vez más difícil avizorarelrumbo que tomaránlosasuntos políticos y económicos enlamayornación de Latinoamérica.
De momento, lamayor de las preocupaciones para el gobierno que encabeza Dilma Rousseff es la gigantesca operación anticorrupción que se sigue contra ejecutivos de la empresa estatal Petrobras, la más importante del país y sobre la que pesanbuena parte de gastos socialesemprendidos por lanación.
Iniciada em marzo de 2014 en un puesto de gasolina que le dio nombre, la Operación Lava Jato envuelveya a un elevado número de altos ejecutivos de la Petrobrás, contratistas de otras empresas, y políticos asociados a las mismas.
El esquema de lavado y desvio de sumas millonarias de dinero tiene en la mirilla a políticos de cinco partidos, entre ellosel de los Trabajadores, en el poder enlaactualidad, así como otros que conformanla base de apoyo de la Presidenta o estánenlaoposición.50nombresestánenla lista a ser investigado si recibieron o no propinas para sus campañas, para promover leyes o sepultar otras.
El dolor de cabeza es grande para Dilma porque semejante escándalo dificulta la gobernabilidad, aunque en honor a la verdad solo conlatolerancia cero a lacorrupción manifestada por ella, es que ha salido a la luz, y según sus palabras, “pagará quientenga que pagar”.
Una de lasconsecuenciasinmediatas de lainvestigación es la pérdida de la confianza de lo sin vesionistas en Petrobras, con la consecuente caída de los precios de las acciones en la misma, y como en un efecto dominó, el debilitamiento de la cotización del real frente a las monedas extranjeras.
Esta razón, unida a la subida internacional del dólar por factores externos,llevó a una tasa cambiaria superior a los 3 reales por dólar, inédita desde agosto de 2004. El país sudamericano que resistió la última crisis internacional como pocos, ahora ve menguadas sus prestaciones, locual se convierteen instrumento de presión para los opositores.
Este domingo Día de la Mujer, mientras la Presidenta hacía una alocusión televisiva donde defendió el actual ajuste fiscal como la medida que posibilitará estabilizar laeconomía a largo plazo, cacerolascomenzaron a batirenbarrios de clase media de São Paulo, muy al estilo venezolanodelaño 2002, manifestación que fuecalificada como de tono golpista por portavocesdelgobierno.
No le faltan razones para los dolores de cabeza a Dilma, porque además de estos elementos, de por sí graves, ahora ha surgido um grupo que solicita el impeachment, palabra del inglés para exigir la destitución de la Presidenta. Y aunque no se puede hablaren Brasil de guerra mediática con las mismas escaladas que contra Venezuela y Cuba, buena parte de la prensa más poderosa, léase el grupo Globo, la Folia de Sâo Paulo o Estado de São Paulo, se hacen eco de cuanto cuestionamiento puedan tenerlas políticas gubernamentales.
Uno de estos programas incluye a Cuba: el Mais Médicos, que trajo a más de 14 mil profesionales de la salud de diversos países a trabajaren sítios donde no se contaba con el personal suficiente, o se carecia por completo de ellos. Más de 11 400 eran cubanos y como es lógico, de imediato se alzaron las quejas de los Colegios Médicos alegando falta de preparación entre otros argumentos.
Después que la población diosu critério 94% avaló positivamente el desempeño de los cubanos- Mais Médicos dejó las páginas de los diários y solo durante la campaña electoral se hicieron tímidas menciones, y en algunas, por cierto, la propia oposición prometió mantenerlos en caso de ganar. Ahora, el Tribunal de Cuentas de la Unión publica un informe que habla de falta de preparaciónenel programa, de que la mitad de las ciudades perdieron profesionales del mismo, que faltaba supervisión a los extranjeros, y como es lógico, todo salió de inmediato en las páginas de los diários más influyentes.
El Ministro de Salud Artur Chioro se apresuró en responder que muchas de las fallas denunciadas por el TCU ya fueron resueltas, pues en realidad solo 193 profesionales, la mayoría brasileños, habían abandonado sus puestos, y apenas el 3% de los municípios involucrados se afectó por tal causa.
Para los cubanos que trabajanen Brasil el escenario varía según el sitio donde hayan sido ubicados y la calidad humana de quienes los reciban. Lógicamente se verán economicamente afectados por los vaivenes de la moneda,mientras su salario permanece fijo, pues aunque Dilma se manifesta optimista con las medidas económicas, reconoce que solo surtirán el efecto deseado a finales de año. Pero um reto para ella será mantenerse al tanto de las críticas y siempre revisar si tienen fundamento en alguna imperfección, pues ocultar la cabeza a los problemas solo pudiera traer otros mayores aún.
Brasil se prepara en todos los órdenes para asumir la organización de los Juegos Olímpicos en 2016, en Río de Janeiro, y que éstos sean una fiesta tan lucida como la Copa del Mundo de Fútbol. Antes, otros temporales internos tendrán que ser capeados por el gobierno izquierdista de Dilma que le impiden asumir de una vez el liderazgo latino-americano que recientemente le reclamara el saliente presidente uruguayo José Mujica. Brasil tiene esa deuda com América, pero primero tendrá que acondicionar la casa para poder ayudar realmente a sus vecinos. Por Yosvany Albelo Sandarán
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