La única alternativa viable para le economía cubana este año es marcar el rumbo del crecimiento y el desarrollo, sobre la base de cumplir las directivas del plan anual, que prevé un incremento del cuatro por ciento en la creación de nuevas riquezas, índice que, si bien todavía será insuficiente desde la óptica del desarrollo, se enmarca con realismo en lo que es posible.
De alcanzarse el citado propósito se revertiría la tendencia a la desaceleración observada en los últimos años, y se crearía las bases para mejores y sostenidos ritmos de crecimiento, lo que sin dudas demanda un esfuerzo extraordinario de todos los actores de la economía, en Matanzas y en todo el país.
Pero no bastan los enunciados que aparecen en las metas oficiales.
Es indispensable reconocer que las armas principales para alcanzar las cifras planificadas están en la eficiencia y la capacidad de crecimiento de las empresas estatales, especialmente las que pueden aportar a fondos exportables, captadores de divisas convertibles, así como la movilización de las inversiones de capital extranjero, junto al indispensable reforzamiento del control interno y la disciplina fiscal, factores que expertos citan como esenciales.
Todo esto, traducido a escala de centro de trabajo, en la base, como suele decirse, no es más que la necesidad de cumplir allí los planes productivos acordados.
Es esto lo concreto para sostener el crecimiento previsto, de manera que es el centro laboral el que decide con su gestión y resultados.
Es oportuno recordar que el año 2014 evidenció notables dificultades económicas para el país, con déficits en los indicadores previstos, pero mostró significativo impulso a la inversión extranjera y la permanente atención al pago de los compromisos externos, como elementos básicos para asegurar las condiciones que permitan el financiamiento externo indispensables para un despegue a partir de 2015, que transita su segundo mes, y de acuerdo con especialistas supone importantes transformaciones, luego de transcurridos cuatro años de la aprobación de los Lineamientos económicos, por lo que es vital que cada sector, cada entidad, satisfagan sus compromisos, sobre todo si deciden en la exportación y en la sustitución de importaciones, en Matanzas y en todo el país.
Roberto Pérez Betancourt
De alcanzarse el citado propósito se revertiría la tendencia a la desaceleración observada en los últimos años, y se crearía las bases para mejores y sostenidos ritmos de crecimiento, lo que sin dudas demanda un esfuerzo extraordinario de todos los actores de la economía, en Matanzas y en todo el país.
Pero no bastan los enunciados que aparecen en las metas oficiales.
Es indispensable reconocer que las armas principales para alcanzar las cifras planificadas están en la eficiencia y la capacidad de crecimiento de las empresas estatales, especialmente las que pueden aportar a fondos exportables, captadores de divisas convertibles, así como la movilización de las inversiones de capital extranjero, junto al indispensable reforzamiento del control interno y la disciplina fiscal, factores que expertos citan como esenciales.
Todo esto, traducido a escala de centro de trabajo, en la base, como suele decirse, no es más que la necesidad de cumplir allí los planes productivos acordados.
Es esto lo concreto para sostener el crecimiento previsto, de manera que es el centro laboral el que decide con su gestión y resultados.
Es oportuno recordar que el año 2014 evidenció notables dificultades económicas para el país, con déficits en los indicadores previstos, pero mostró significativo impulso a la inversión extranjera y la permanente atención al pago de los compromisos externos, como elementos básicos para asegurar las condiciones que permitan el financiamiento externo indispensables para un despegue a partir de 2015, que transita su segundo mes, y de acuerdo con especialistas supone importantes transformaciones, luego de transcurridos cuatro años de la aprobación de los Lineamientos económicos, por lo que es vital que cada sector, cada entidad, satisfagan sus compromisos, sobre todo si deciden en la exportación y en la sustitución de importaciones, en Matanzas y en todo el país.
Roberto Pérez Betancourt
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