El 21 de febrero el mundo celebró el Día de la lengua materna. En Cuba, como en otras naciones hispanohablantes, se dedicaron actividades diversas a destacar la importancia de conservar el idioma Español y trabajar para su correcto empleo, sin obviar la realidad de que el habla popular enriquece constantemente el vocabulario.
La Real Academia de la Lengua Española realizó cambios significativos en los años 2005 y 2012, en los que oficializó cientos de nuevos vocablos que forman parte del habla común en naciones donde el Español es la primera o la segunda lengua, y llega a sumar más de 500 millones de hablantes en el mundo, la segunda después del chino; mientras que en Internet solo la superan el inglés y el chino.
En Matanzas, y en toda Cuba, el Ministerio de Educación realiza esfuerzos para la superación integral del personal docente, con énfasis en la enseñanza y práctica adecuada del Español, como destacó la ministra del ramo Ena Elsa Velásquez, en el recién evento de Pedagogía 2015.
Al respecto, no podemos dejar de insistir en la opinión de expertos psiquiatras cuando afirman: “Todo el que habla de palabras está hablando de conductas”, porque científicamente está probado que el pensamiento y el lenguaje forman una unidad inseparable.
Si lo duda, trate de pensar sin usar palabras en su soliloquio.
Seguramente comprendió que un comportamiento que deseche groserías y chabacanerías está revestido de vocablos correctos y tiene mucho que ver con el respeto hacia ancianos y profesores, el cuidado del bien público, el trato amable y cortés con todos los semejantes, la honestidad y laboriosidad, el patriotismo y la práctica habitual de otros valores positivos que mucho dependen de la educación recibida sobre vocabulario y significado de las palabras que usamos, porque entre pensantes el diálogo simple, el saludo, incluso la discusión de temas candentes, y la despedida, no necesitan vestirse con interjecciones mal sonantes, mucho menos si quien intenta comunicarse es un dirigente, un maestro o un estudiante en Matanzas, y en todo el mundo.
Roberto Pérez Betancourt
La Real Academia de la Lengua Española realizó cambios significativos en los años 2005 y 2012, en los que oficializó cientos de nuevos vocablos que forman parte del habla común en naciones donde el Español es la primera o la segunda lengua, y llega a sumar más de 500 millones de hablantes en el mundo, la segunda después del chino; mientras que en Internet solo la superan el inglés y el chino.
En Matanzas, y en toda Cuba, el Ministerio de Educación realiza esfuerzos para la superación integral del personal docente, con énfasis en la enseñanza y práctica adecuada del Español, como destacó la ministra del ramo Ena Elsa Velásquez, en el recién evento de Pedagogía 2015.
Al respecto, no podemos dejar de insistir en la opinión de expertos psiquiatras cuando afirman: “Todo el que habla de palabras está hablando de conductas”, porque científicamente está probado que el pensamiento y el lenguaje forman una unidad inseparable.
Si lo duda, trate de pensar sin usar palabras en su soliloquio.
Seguramente comprendió que un comportamiento que deseche groserías y chabacanerías está revestido de vocablos correctos y tiene mucho que ver con el respeto hacia ancianos y profesores, el cuidado del bien público, el trato amable y cortés con todos los semejantes, la honestidad y laboriosidad, el patriotismo y la práctica habitual de otros valores positivos que mucho dependen de la educación recibida sobre vocabulario y significado de las palabras que usamos, porque entre pensantes el diálogo simple, el saludo, incluso la discusión de temas candentes, y la despedida, no necesitan vestirse con interjecciones mal sonantes, mucho menos si quien intenta comunicarse es un dirigente, un maestro o un estudiante en Matanzas, y en todo el mundo.
Roberto Pérez Betancourt
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