Literalmente, celulitis significa inflación de las células. Especialistas la definen como “alteración edemato-degenerativa esclerótica de la grasa subcutánea”. Pero María, y millones más de mujeres que la sufren, afirman que es mala palabra pues nombra desagradables protuberancias en su anatomía y quisieran erradicarlas, pero afirman que no pueden...
La celulitis es repudiada porque se torna visible sobre la piel, es ocasionada por grasa y líquido debajo de esta, que afectan también a los pequeños vasos sanguíneos.
Especialmente sus principales víctimas son damas pasadas de peso, aunque las delgadas no están exentas de perder lisura dérmica, que en argot femenino equivale a contemplar cómo se esfuman atributos físicos que un día provocaron piropos elogiosos de contemplativos varones.
Según estadísticas, más del 90 por ciento de la población femenina a escala mundial sufre diferentes tipos de celulitis desde edades tempranas, las cuales evolucionan lentamente y una misma persona las puede padecer al mismo tiempo.
La celulitis de tipo compacto o dura se presenta en la parte externa de los muslos (las llaman “cartucheras”) y la porción interna de las rodillas.
La nombrada edematosa aparece en la parte inferior de las piernas y es de consistencia viscosa con nudosidades, dolorosa al tacto, mientras que la celulitis del tipo blando se localiza en las caras anterior y posterior de muslos, también en abdomen, espalda, brazos y glúteos, se torna esponjosa y como flotante, y se mueve al andar.
Algunas técnicas médicas combaten los tipos de celulitis, pero más que sofisticados aparatos, lo fundamental es que las personas adopten hábitos de alimentación y conductas físicas que favorezcan correcto desarrollo somático.
Expertos aconsejan beber diariamente abundante agua para eliminar toxinas, evitar la ingestión de sal -considerada una de las principales causantes de celulitis-,e ingerir fibras vegetales que contribuyen a mejorar la digestión y a expulsar residuos que se alojan en los intestinos.
Verduras y frutas forman parte principal de la dieta adecuada, a la inversa de dulces, grasas animales y saturadas, frituras, mantequilla y las tan dañinas bebidas carbonatadas.
Es muy aconsejable caminar a paso ligero, por lo menos una hora al día, y después disfrutar una ducha de agua fría en piernas y glúteos para contribuir a contraer las células. Subir las escaleras se prefiere al uso del ascensor.
Otras recomendaciones abarcan suprimir tabaco y alcohol, el exceso de exposición a la luz solar, abstenerse de usar prendas ajustadas al cuerpo y de caminar sobre zapatos de tacones altos. Debe tenerse siempre presente que la vida sedentaria, el sobrepeso y el estreñimiento, constituyen causas directas que contribuyen a la celulitis.
Personas técnicamente entrenadas para aplicar masajes específicos contra la celulitis pueden ayudar a conseguir una piel más lisa y reducir el volumen corporal, aunque estas prácticas están contraindicadas en casos de embarazadas, pacientes de diabetes, infecciones y en personas que portan marcapasos cardiacos.
Obviamente, la celulitis no tiene que ver con la filología, sino más bien con el sentido común. Si este funciona, las conductas saludables son viables, gana la estética corporal y con ella la salud integral, incluida la autoestima, especialmente de las damas. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(26 /02/15)
La celulitis es repudiada porque se torna visible sobre la piel, es ocasionada por grasa y líquido debajo de esta, que afectan también a los pequeños vasos sanguíneos.
Especialmente sus principales víctimas son damas pasadas de peso, aunque las delgadas no están exentas de perder lisura dérmica, que en argot femenino equivale a contemplar cómo se esfuman atributos físicos que un día provocaron piropos elogiosos de contemplativos varones.
Según estadísticas, más del 90 por ciento de la población femenina a escala mundial sufre diferentes tipos de celulitis desde edades tempranas, las cuales evolucionan lentamente y una misma persona las puede padecer al mismo tiempo.
La celulitis de tipo compacto o dura se presenta en la parte externa de los muslos (las llaman “cartucheras”) y la porción interna de las rodillas.
La nombrada edematosa aparece en la parte inferior de las piernas y es de consistencia viscosa con nudosidades, dolorosa al tacto, mientras que la celulitis del tipo blando se localiza en las caras anterior y posterior de muslos, también en abdomen, espalda, brazos y glúteos, se torna esponjosa y como flotante, y se mueve al andar.
Algunas técnicas médicas combaten los tipos de celulitis, pero más que sofisticados aparatos, lo fundamental es que las personas adopten hábitos de alimentación y conductas físicas que favorezcan correcto desarrollo somático.
Expertos aconsejan beber diariamente abundante agua para eliminar toxinas, evitar la ingestión de sal -considerada una de las principales causantes de celulitis-,e ingerir fibras vegetales que contribuyen a mejorar la digestión y a expulsar residuos que se alojan en los intestinos.
Verduras y frutas forman parte principal de la dieta adecuada, a la inversa de dulces, grasas animales y saturadas, frituras, mantequilla y las tan dañinas bebidas carbonatadas.
Es muy aconsejable caminar a paso ligero, por lo menos una hora al día, y después disfrutar una ducha de agua fría en piernas y glúteos para contribuir a contraer las células. Subir las escaleras se prefiere al uso del ascensor.
Otras recomendaciones abarcan suprimir tabaco y alcohol, el exceso de exposición a la luz solar, abstenerse de usar prendas ajustadas al cuerpo y de caminar sobre zapatos de tacones altos. Debe tenerse siempre presente que la vida sedentaria, el sobrepeso y el estreñimiento, constituyen causas directas que contribuyen a la celulitis.
Personas técnicamente entrenadas para aplicar masajes específicos contra la celulitis pueden ayudar a conseguir una piel más lisa y reducir el volumen corporal, aunque estas prácticas están contraindicadas en casos de embarazadas, pacientes de diabetes, infecciones y en personas que portan marcapasos cardiacos.
Obviamente, la celulitis no tiene que ver con la filología, sino más bien con el sentido común. Si este funciona, las conductas saludables son viables, gana la estética corporal y con ella la salud integral, incluida la autoestima, especialmente de las damas. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(26 /02/15)
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