Casi un centenar de documentos del siglo XIX, incautados a un turista holandés en el Aeropuerto Internacional de Varadero, serán examinados en La Habana por expertos de la Comisión de la Memoria Histórica, a fin de comprobar la autenticidad y valor patrimonial; toda cuenta que entre ellos figura un certificado de la oficialización del matrimonio de José Francisco Martí, hijo de nuestro Héroe Nacional, con María Teresa Bances.
El manuscrito en cuestión fue asentado en 21 de febrero de 1916 en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en la capital cubana, y registra la unión matrimonial del hijo del Héroe nacional cubano.
Los otros 90 legajos constituyen certificados de defunción de esclavos, cimarrones y pardos, que se intentaron extraer de la mayor de las Antillas por la terminal aérea matancera.
Gladys Collazo Usallán, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural comentó que por el momento no se tienen suficientes evidencias para conocer si se tratan de originales o reproducciones, puesto que los especialistas del Registro de Bienes Culturales que laboran en los aeropuertos no cuentan con medios técnicos como para certificar la autenticidad y el valor histórico.
Interrogada sobre la posibilidad de que constituya una tendencia marcada en los últimos años los intentos de extraer bienes documentales con afán de lucro o de atesoramiento, la titular del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural apuntó que no lo considera así, y argumentó: “estamos conscientes que el patrimonio documental es el más vulnerable, es el más fácil de poder sacar y velamos porque eso no ocurra”.
Precisó que en los últimos años no se han reportado pérdidas de documentos de alto valor histórico.(José Miguel Solís)
El manuscrito en cuestión fue asentado en 21 de febrero de 1916 en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en la capital cubana, y registra la unión matrimonial del hijo del Héroe nacional cubano.
Los otros 90 legajos constituyen certificados de defunción de esclavos, cimarrones y pardos, que se intentaron extraer de la mayor de las Antillas por la terminal aérea matancera.
Gladys Collazo Usallán, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural comentó que por el momento no se tienen suficientes evidencias para conocer si se tratan de originales o reproducciones, puesto que los especialistas del Registro de Bienes Culturales que laboran en los aeropuertos no cuentan con medios técnicos como para certificar la autenticidad y el valor histórico.
Interrogada sobre la posibilidad de que constituya una tendencia marcada en los últimos años los intentos de extraer bienes documentales con afán de lucro o de atesoramiento, la titular del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural apuntó que no lo considera así, y argumentó: “estamos conscientes que el patrimonio documental es el más vulnerable, es el más fácil de poder sacar y velamos porque eso no ocurra”.
Precisó que en los últimos años no se han reportado pérdidas de documentos de alto valor histórico.(José Miguel Solís)
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