Soy mujer y puedo

Ser mujer no es sinónimo de inferioridad o debilidad. Al contrario. Las féminas, siempre se proponen metas y empeños superiores y lo consiguen. Y de eso mucho tienen que aprender los varones.
Cada día las mujeres ganan más terreno en todas las esferas de la vida y asumen nuevos roles antes solo considerados para hombres. Claro, no se puede descartar que aún existen posturas machistas. No solo de parte de los hombres sino que a veces la exclusión viene dada por la manera de pensar o actuar de algunas féminas.
No obstante los rotundos éxitos de la mujer, algunos hombres se empeñan en pisotear su figura. Si, así mismo. A pesar de estar en pleno siglo XXI existen todavía novios y maridos y amigos que ponen peros ante la superación de sus compañeras, las visualizan solo en casa, en la cocina y atendiendo a los niños. Incluso las incomprensiones también se extrapolan al ámbito laboral con jefes o colegas celosos de los logros femeninos.
Independientemente de los estigmas sociales sobre el tema, los medios de comunicación intentan redimensionar la mirada sobre la mujer y ponerla en justo equilibrio ante el hombre a partir de sus aspiraciones y aciertos. Se avanza pero en realidad es un tema no resuelto y debe existir mucha más divulgación para que este segmento se vea representado desde la igualdad y no desde las diferencias.
Ciertamente las diferencias existen desde lo físico. Eso no podemos negarlo. De lo que se trata es de saber apreciar las competencias  profesionales de la mujer, entenderlas y  darles participación. Ellas son tan capaces como se lo propongan.
En este tema influye muchísimo la autoestima y la confianza que las mujeres sean capaces de tener en ellas mismas. Ahí puede radicar precisamente el éxito en los proyectos de vida. Y por supuesto, el apoyo y el acompañamiento de la familia en cada paso que se da.
Soy mujer y puedo, esa debe ser siempre la premisa para salir adelante, no dejarse caer y llevar adelante los sueños. En definitiva, de los cobardes no se ha escrito nada y sí mucho de los valientes. Por eso hay que asumir la vida con los retos que impone y saber sortearlos. De eso si saben las mujeres, y mucho.
(Por: Eliane Táboas Merino. 17/1/2015)