Roberto Pérez Betancourt
Hoy nos asombramos cuando revisamos ejemplares de la prensa que circulaba en Matanzas dos siglos atrás, cuando los conceptos de noticia y periodismo distaban mucho de los actuales.
Nos enteramos que el año 1806 marcó un hito en el comercio “… cuando aquellas piedras chorreantes y candentes llegaron, pareció cosas de demonios y encantamientos.” Así referían los periódicos de la época la presencia del hielo, por vez primera puesto ante los ojos de los habitantes de la urbe yumurina, y que muchos de ellos se negaron a utilizar...
"El señor Nicolás Naranjo ha permutado un solar por un caballo viejo, tuerto y retobado", reza la información aparecida en una publicación de Matanzas en el año 1774. A mediados del siglo anterior, un diario local comentaba con asombro de financista envidioso: "...dicho solar se encuentra actualmente en lo más céntrico de la ciudad".
He aquí un fragmento del reglamento de alumbrado público de la ciudad de Matanzas, un siglo atrás: "Un farol de reverbero en cada cuatro esquinas con un pescante de hierro, y otro en el centro de cada cuadra a la acera opuesta a la esquina".
Para futuros habitantes matanceros, posiblemente la práctica de entierros humanos en cementerios será cosa de antiguos, apartada de principios de sanidad. En 1811 la primera sepultura fuera de las iglesias en Matanzas fue calificada como avance notable en las medidas higiénico-ambientales. Pero las agrupaciones religiosas calificaron el hecho de inmoral y trágico, a juzgar por los comentarios publicados entonces.
Son solo algunos añejos sucesos ocurridos en la ciudad de Matanza, reflejados en la prensa dos siglos atrás.
Lo que de nuestra actual prensa pensarán los matanceros dentro de un siglo lo dejo a su imaginación.(TVY)
Hoy nos asombramos cuando revisamos ejemplares de la prensa que circulaba en Matanzas dos siglos atrás, cuando los conceptos de noticia y periodismo distaban mucho de los actuales.
Nos enteramos que el año 1806 marcó un hito en el comercio “… cuando aquellas piedras chorreantes y candentes llegaron, pareció cosas de demonios y encantamientos.” Así referían los periódicos de la época la presencia del hielo, por vez primera puesto ante los ojos de los habitantes de la urbe yumurina, y que muchos de ellos se negaron a utilizar...
"El señor Nicolás Naranjo ha permutado un solar por un caballo viejo, tuerto y retobado", reza la información aparecida en una publicación de Matanzas en el año 1774. A mediados del siglo anterior, un diario local comentaba con asombro de financista envidioso: "...dicho solar se encuentra actualmente en lo más céntrico de la ciudad".
He aquí un fragmento del reglamento de alumbrado público de la ciudad de Matanzas, un siglo atrás: "Un farol de reverbero en cada cuatro esquinas con un pescante de hierro, y otro en el centro de cada cuadra a la acera opuesta a la esquina".
Para futuros habitantes matanceros, posiblemente la práctica de entierros humanos en cementerios será cosa de antiguos, apartada de principios de sanidad. En 1811 la primera sepultura fuera de las iglesias en Matanzas fue calificada como avance notable en las medidas higiénico-ambientales. Pero las agrupaciones religiosas calificaron el hecho de inmoral y trágico, a juzgar por los comentarios publicados entonces.
Son solo algunos añejos sucesos ocurridos en la ciudad de Matanza, reflejados en la prensa dos siglos atrás.
Lo que de nuestra actual prensa pensarán los matanceros dentro de un siglo lo dejo a su imaginación.(TVY)
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