Factores claramente identificados en el ámbito interno de nuestra economía nacional, continúan signando el necesario desarrollo.
Mejor aprovechamiento de las capacidades de producción de bienes y servicios exportables; sistematizar el ahorro de materias primas, materiales e insumos importados, y garantizar un control interno verídico que acabe con las filtraciones de recursos, ponga fin a prácticas corruptas y sistematice la contabilidad con resultados confiables.
Todos estos son asuntos que siguen dependiendo de las propias fuerzas administrativas y laborales de nuestro país.
Visibles también se identifican otros factores del desarrollo económico, que no dependen solo de la voluntad local, porque están sujetos a condiciones objetivas externas, tales como la inversión de capital extranjero y el bloqueo económico, comercial y financiero, que Estados Unidos sigue aplicando contra Cuba con carácter extraterritorial desde hace más de medio siglo, y que en los últimos tiempos ha arreciado la persecución contra entidades bancarias de diferentes países, en afán extremo por cerrar esos necesarios vínculos con la nación cubana.
En este contexto se torna evidente la necesidad de seguir ampliando la exportación de bienes y servicios. Estos últimos representan cerca de las tres cuartas partes de los ingresos monetarios anuales, según cifras oficiales, y dependen del principal capital cubano: la fuerza laboral calificada.
Otros rubros necesitan de mayor eficiencia para elevar resultados, como las producciones de hidrocarburos, la agroindustria cañera y la agropecuaria, susceptibles de multiplicar los valores sobre la base del trabajo responsable.
El más reciente dato de crecimiento económico nacional se fija en algo más del 4 por ciento para el primer semestre de este año que acaba de concluir dentro de lo previsto, pero susceptible de ampliarse en el marco de las estrategias de crecimiento, siempre que no olvidemos que el ahorro, la eficacia y el control, junto con la eficiencia en lo que producimos y los servicios que exportamos, no dependen de factores externos, sino son responsabilidad de nuestras propias entidades, en Matanzas y en todo el país. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(02/07/15)
Mejor aprovechamiento de las capacidades de producción de bienes y servicios exportables; sistematizar el ahorro de materias primas, materiales e insumos importados, y garantizar un control interno verídico que acabe con las filtraciones de recursos, ponga fin a prácticas corruptas y sistematice la contabilidad con resultados confiables.
Todos estos son asuntos que siguen dependiendo de las propias fuerzas administrativas y laborales de nuestro país.
Visibles también se identifican otros factores del desarrollo económico, que no dependen solo de la voluntad local, porque están sujetos a condiciones objetivas externas, tales como la inversión de capital extranjero y el bloqueo económico, comercial y financiero, que Estados Unidos sigue aplicando contra Cuba con carácter extraterritorial desde hace más de medio siglo, y que en los últimos tiempos ha arreciado la persecución contra entidades bancarias de diferentes países, en afán extremo por cerrar esos necesarios vínculos con la nación cubana.
En este contexto se torna evidente la necesidad de seguir ampliando la exportación de bienes y servicios. Estos últimos representan cerca de las tres cuartas partes de los ingresos monetarios anuales, según cifras oficiales, y dependen del principal capital cubano: la fuerza laboral calificada.
Otros rubros necesitan de mayor eficiencia para elevar resultados, como las producciones de hidrocarburos, la agroindustria cañera y la agropecuaria, susceptibles de multiplicar los valores sobre la base del trabajo responsable.
El más reciente dato de crecimiento económico nacional se fija en algo más del 4 por ciento para el primer semestre de este año que acaba de concluir dentro de lo previsto, pero susceptible de ampliarse en el marco de las estrategias de crecimiento, siempre que no olvidemos que el ahorro, la eficacia y el control, junto con la eficiencia en lo que producimos y los servicios que exportamos, no dependen de factores externos, sino son responsabilidad de nuestras propias entidades, en Matanzas y en todo el país. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(02/07/15)
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