La Biblioteca Vaticana o Biblioteca Apostólica Vaticana, no cuesta imaginarlo, es una de las más antiguas y valiosas del mundo. Desde su fundación a mediados del siglo XV alberga una creciente colección con todo tipo de documentos de incalculable valor histórico, que desde hace años están en proceso de digitalización para su preservación a largo plazo.
Para la Iglesia católica el largo plazo es literal y la calidad del archivo digital vaticano debe estar a la altura de las circunstancias, perdurable y accesible por generaciones. Así, la Santa Sede no se puede permitir el lujo de confiar sus “copias de seguridad” a formatos y o aplicaciones privativas que dependan de una única empresa, que puede seguir existiendo el siglo que viene o no. Solo el Open Source y los formatos abiertos garantizan la conservación a futuro.
En concreto, en la Biblioteca Vaticana utilizan FITS (Flexible Image Transport System) para la digitalización de las obras. Se trata de un formato de imagen común en sectores como la medicina y astronomía, muy apreciado por su versatilidad: tiene soporte para 64-bit, objetos en tres dimensiones y es totalmente libre, además de mantenerse en desarrollo activo.
“Lo cierto es que en nuestros centros de datos utilizamos un montón de software Open Source y compartimos experiencias con otras comunidades científicas“, comentaba Luciano Ammenti, responsable del departamento Tecnología e Informatica de la Biblioteca Vaticana, durante su participación en una conferencia tecnológica en Las Vegas. “Es un privilegio usar soluciones Open Source“.(Por: José Miguel Solís)
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