The Big Show de cara a los comicios de noviembre en 2016 ya comenzó con las primeras declaraciones de aspirantes a la nominación por los dos partidos que tradicionalmente se reparten el poder ejecutivo: Demócrata y Republicano.
Bien temprano, Hillary Clinton, la esposa del ex presidente William y ex Secretaria de Estado de Barack Obama, por la agrupación política que se hace representar por un Burro, la también dama Carly Fiorina y Jeb, el más joven del clan Bush, por los que tienen de emblema al Elefante, anunciaron sus respectivas aspiraciones.
También lo han hecho otros, como el anticubano trigueño de apellido Rubio, ubicado incluso a la extrema derecha de la derecha, y el señor Trump, multimillonario de modales extremos, que quiere ir por cuenta propia, entre otros.
Recordemos que para soñar con la presidencia estadounidense lo primero es tener muchísimo dinerito propio y amigos multimillonarios dispuestos a apostar, como se hace, por ejemplo, a los caballos en el hipódromo, de ahí la expresión acuñada en inglés que traducida significa “correr en pos de la presidencia”. Este año hay novedades de última hora, como la recién anunciada por el afamado Centro Roper, cuyas encuestas afirman que el 95 por ciento de los estadounidenses estarían en disposición de darle el voto presidencial a una mujer calificada y postulada, lo que le confiere hándicap a Hilary y Fiorina para convertirse en la primera fémina en ganar la gran carrera, precisamente cuando se cumplen 100 años en que las mujeres conquistaron el derecho a votar en Estados Unidos.
Pero si bien para Hillary la postulación parece más clara, para los aspirantes republicanos el asunto es más complejo. Unos y otros han de desplegar largas tendederas de trapos sucios para desprestigiar a sus contrincantes antes de que uno de ellos obtenga la bendición de la derecha para ganar la postulación.
Después tendrán que correr en la gran final, muy probablemente para competir con la señora Clinton que cuenta además de lo dicho con amplia experiencia ejecutiva y desde ahora se anuncia como la favorita de los vaticinadores del futuro político para sustituir a Barack Obama.
La dama Clinton ya intenta reforzar su simpatía entre la clase media y los sectores populares, incluidos los inmigrantes naturalizados con derecho al voto, pues en sus primeros discursos promete esencialmente seguir la misma senda del hombre que hizo historia al convertirse en el primer ciudadano de origen afroamericano en ganar la presidencia, con record añadido de haberlo hecho en dos ocasiones, y de haber abierto la ventana de la esperanza a la reanudación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba luego de 56 años de rivalidad y de bloqueo genocida, ese que todavía está pendiente, pues sigue atenazando al pueblo cubano. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(23/06/15)
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