No es magia ni superchería, la reflexología es terapia natural no invasora, basada en la “lectura” de los pies para conocer el estado físico, mental y emocional de las personas y, mediante masajes en puntos de terminales nerviosas, estimular el restablecimiento de funciones orgánicas para aliviar malestares y curar enfermedades.
Los reflexólogos diagnostican problemas de salud tras estudiar la estructura y forma de los huesos, líneas, marcas y lunares, entre otros aspectos, de los pies de una persona. Los puntos reflejos específicos, identificados en los pies, son comunes y se corresponden con órganos del cuerpo humano.
Afirman expertos que al aplicar presión sistemática en esos sitios, se obtiene aumento de circulación sanguínea y estímulo de los nervios en las áreas tratadas para desencadenar procesos de beneficio natural, como el relajamiento del sistema nervioso, la activación de glándulas, eliminación de toxinas y la supresión de exceso de estrés.
También se obtienen mejorías en relación con padecimientos de insomnio, cólicos renales, asma, alergias y otros problemas de salud, aunque siempre se recomienda consultar a un facultativo cuando los malestares persisten.
Según un tratado especializado, el reflexólogo puede evaluar la salud cuando identifica zonas del pie sensibles a la presión manual, o nota cambios en la piel y trata de disolver los cristales de ácido úrico depositados allí.
La labor del especialista, o la práctica de quien aprende a emplear el método, contribuyen a aliviar fatigas, trastornos circulatorios, dolores de cabeza y de espalda, y molestia durante el período menstrual. También se eliminan toxinas del cuerpo al restablecer el equilibrio apropiado de líquidos en los tejidos.
Los puntos que deben ser tratados en la planta de cada pie se conocen específicamente, de acuerdo con la zona orgánica sobre la que se desee incidir, y en relación con los padecimientos.
Entre las recomiendan generales destaca la del llamado masaje diurético. Para esto se presiona la planta de ambos pies con el dedo pulgar, deslizándolo desde los talones hacia los dedos. Después se hace masaje en la parte superior de los pies, desde los dedos hasta el empeine.
En general se estilan cuatro sesiones benéficas, de una hora de duración cada una, aunque en determinados casos el tratamiento puede prolongarse.
La reflexología tiene su base en la cultura china y egipcia, y recuerda que cuando los primeros humanos caminaban descalzos recibían los beneficios del masaje natural. En Cuba se practican estas técnicas por especialistas en instituciones de salud.
Los reflexólogos refieren que la modernidad y la moda apresaron los pies dentro de zapatos que comprimen los dedos y obstaculizan la circulación sanguínea, y abogan por devolver la libertad a esas partes de las extremidades inferiores, donde ubican un formidable panel de control del cuerpo humano.
(Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(21/03/15)
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Los reflexólogos diagnostican problemas de salud tras estudiar la estructura y forma de los huesos, líneas, marcas y lunares, entre otros aspectos, de los pies de una persona. Los puntos reflejos específicos, identificados en los pies, son comunes y se corresponden con órganos del cuerpo humano.
Afirman expertos que al aplicar presión sistemática en esos sitios, se obtiene aumento de circulación sanguínea y estímulo de los nervios en las áreas tratadas para desencadenar procesos de beneficio natural, como el relajamiento del sistema nervioso, la activación de glándulas, eliminación de toxinas y la supresión de exceso de estrés.
También se obtienen mejorías en relación con padecimientos de insomnio, cólicos renales, asma, alergias y otros problemas de salud, aunque siempre se recomienda consultar a un facultativo cuando los malestares persisten.
Según un tratado especializado, el reflexólogo puede evaluar la salud cuando identifica zonas del pie sensibles a la presión manual, o nota cambios en la piel y trata de disolver los cristales de ácido úrico depositados allí.
La labor del especialista, o la práctica de quien aprende a emplear el método, contribuyen a aliviar fatigas, trastornos circulatorios, dolores de cabeza y de espalda, y molestia durante el período menstrual. También se eliminan toxinas del cuerpo al restablecer el equilibrio apropiado de líquidos en los tejidos.
Los puntos que deben ser tratados en la planta de cada pie se conocen específicamente, de acuerdo con la zona orgánica sobre la que se desee incidir, y en relación con los padecimientos.
Entre las recomiendan generales destaca la del llamado masaje diurético. Para esto se presiona la planta de ambos pies con el dedo pulgar, deslizándolo desde los talones hacia los dedos. Después se hace masaje en la parte superior de los pies, desde los dedos hasta el empeine.
En general se estilan cuatro sesiones benéficas, de una hora de duración cada una, aunque en determinados casos el tratamiento puede prolongarse.
La reflexología tiene su base en la cultura china y egipcia, y recuerda que cuando los primeros humanos caminaban descalzos recibían los beneficios del masaje natural. En Cuba se practican estas técnicas por especialistas en instituciones de salud.
Los reflexólogos refieren que la modernidad y la moda apresaron los pies dentro de zapatos que comprimen los dedos y obstaculizan la circulación sanguínea, y abogan por devolver la libertad a esas partes de las extremidades inferiores, donde ubican un formidable panel de control del cuerpo humano.
(Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(21/03/15)
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