En el año 2015, en la provincia de Matanzas, al igual que en todo el país, los límites del salario en las empresas estatales solo estarán dados por el respaldo real en la creación de nuevos valores, de acuerdo con directivas económicas aprobadas por el Parlamento cubano en su más reciente plenaria, dadas a conocer allí por Marino Murillo, ministro de economía y planificación.
Es una decisión sabia, que fija la necesidad de que el pago salarial esté estrictamente relacionado con lo que se produce, de manera que no haya excesos de circulante sin respaldo mercantil.
Se prevé que el ingreso promedio de los trabajadores se eleve, de 553 pesos actuales, a 586 en 2015.
Lógicamente, habrá quienes devenguen más, en correspondencia con su rendimiento en entidades de producción de bienes y de servicios donde se aplique el pago con arreglo a la productividad.
Pero quienes incumplan recibirán menos de la media, pues no debemos olvidar que el salario debe seguir avanzando sobre bases de retribución socialista: de cada cual según su capacidad, a cada quien según su rendimiento, lo que se materializará progresivamente, en la medida en que la situación económica general permita ir enderezando la pirámide salarial, aun torcida.
También para 2015 cabe destacar la descentralización de las decisiones administrativas para el establecimiento del pago por rendimiento a los trabajadores, pues serán los ejecutivos empresariales quienes decidirán sobre la base de los resultados, mientras que antes la aprobación se ubicaba a nivel de Ministro.
Por supuesto, será necesario un estricto control de este asunto en los centros laborales, pues errores en su aplicación podrían derivar en fallos de gravedad, y no puede pasarse por alto que en el año que termina 320 entidades de conjunto pagaron indebidamente 88 millones de pesos.
Como vemos, son decisiones para 2015 cuya aplicación, dentro de las normas previstas, debe seguir desbrozando el camino hacia la regularización de las relaciones monetario- mercantiles y salariales, en Matanzas y en todo el país.(Por: Roberto Pérez Betancourt)(05/01/15)
Es una decisión sabia, que fija la necesidad de que el pago salarial esté estrictamente relacionado con lo que se produce, de manera que no haya excesos de circulante sin respaldo mercantil.
Se prevé que el ingreso promedio de los trabajadores se eleve, de 553 pesos actuales, a 586 en 2015.
Lógicamente, habrá quienes devenguen más, en correspondencia con su rendimiento en entidades de producción de bienes y de servicios donde se aplique el pago con arreglo a la productividad.
Pero quienes incumplan recibirán menos de la media, pues no debemos olvidar que el salario debe seguir avanzando sobre bases de retribución socialista: de cada cual según su capacidad, a cada quien según su rendimiento, lo que se materializará progresivamente, en la medida en que la situación económica general permita ir enderezando la pirámide salarial, aun torcida.
También para 2015 cabe destacar la descentralización de las decisiones administrativas para el establecimiento del pago por rendimiento a los trabajadores, pues serán los ejecutivos empresariales quienes decidirán sobre la base de los resultados, mientras que antes la aprobación se ubicaba a nivel de Ministro.
Por supuesto, será necesario un estricto control de este asunto en los centros laborales, pues errores en su aplicación podrían derivar en fallos de gravedad, y no puede pasarse por alto que en el año que termina 320 entidades de conjunto pagaron indebidamente 88 millones de pesos.
Como vemos, son decisiones para 2015 cuya aplicación, dentro de las normas previstas, debe seguir desbrozando el camino hacia la regularización de las relaciones monetario- mercantiles y salariales, en Matanzas y en todo el país.(Por: Roberto Pérez Betancourt)(05/01/15)
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