Cuba apuesta por una soberanía alimentaria

Cuba debe aspirar a la soberanía alimentaria a partir de la independencia alimentaria para producir los alimentos que garanticen ese derecho de la población, desarrollar una producción suficiente y diversificada de alimentos, y minimizar la importación de alimentos, consideró Theodor Friedrich, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Cuba.

“La Isla tiene toda la voluntad y ha reconocido la necesidad de realmente alimentarse por sus propios medios, aumentando la producción de alimentos en el país, aunque todavía hay que buscar la línea de cómo hacerlo mejor, de una forma más sostenible.
Tenemos en el país muchos ejemplos que pueden citarse, pero aún no se abarca a una población masiva y no se producen alimentos a gran escala”, afirmó Theodor.


En estos momentos existen en el mundo más de 800 millones de personas que sufren hambre, de una población de 7 mil  millones de personas, y mayor número de seres humanos padecen problemas de sobrepeso. Sin embargo se producen alimentos suficientes para el doble de las personas que viven en este planeta. Aproximadamente, un tercio de los alimentos que se producen se desperdician.


Para poder alimentar la población mundial en 2050 la producción de alimentos casi tiene que duplicarse, pues dentro de 36 años habrán 9 mil millones de habitantes, lo que aumentará los requerimientos de la producción primaria en siete veces, explicó el representante de la FAO.


También ocurrirán cambios en las preferencias alimenticias por mayores ingresos, sobre todo en las urbes y un aumento del consumo de productos de origen animal, manifestó Friedrich, en su conferencia magistral Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición, como parte del XI Taller Internacional Cubasolar 2014.
 

Desafíos alimentarios
 
Ante la situación actual existente en la seguridad alimentaria, tales como la escases de los recursos hídricos, ya que la agricultura consume el 70 por ciento de la extracción de agua mundial, la degradación de los suelos, el cambio climático, la competencia en la producción de biocombustibles y los efectos de la volatilidad y los precios de los alimentos, se impone el reto de alcanzar una seguridad alimentaria.


En Cuba la seguridad alimentaria y la agroecología han transitado de un modelo agrícola convencional, basado en el monocultivo, el uso de altos insumos importados y la aplicación de fuertes subsidios, hacia otro modelo más descentralizado, con predominio de la diversificación agraria, los bajos insumos y el uso intensivo de los recursos naturales disponibles. De esta forma se reconoce a la pequeña finca. 


“La FAO cuenta con algunos conceptos que ofrecemos como ayuda a Cuba para acceder a la sostenibilidad y hablando de la agricultura familiar, una producción agrícola basada en el sector campesino, que puede ser cooperativas, pero no de grandes empresas agrícolas que en muchos países no tienen la eficiencia productiva y ambiental como la de la familia campesina”, comentó Theodor.

Para aspirar a una soberanía alimentaria en el páis, Theodor enfatizó, que es necesario al nivel de lo posible tratar de producir los alimentos que garanticen el derecho a la alimentación de toda la población; manatener una producción suficiente y diversificada de alimentos; y minimizar la importación de alimentos.

Theodor, además, se refirió a que las Fuentes Renovables de Energía (FRE) se relacionan con la sostenibilidad y que dirigen hacia una descentralización y diversificación de la  producción. Y esto solo es posible si se logra una autarquía e independencia del precio mundial de los alimentos de su volatilidad.

“Eso nos lleva de nuevo a la agricultura familiar, hablando de sistemas productivos diversificados que alimentan a los localidades donde se desarrollan, y ahí entran también a jugar su papel  las FRE”.

Según la MSc. Madelaine Vázquez, el Dr. José A. Guardado y el Dr. Jesús Suárez Hernández, integrantes del panel Soberanía Alimentaria y Fuentes Renovables de Energía, en Cubasolar 2014, “las FRE y la seguridad y soberanía alimentarias apuestan por objetivos comunes, vinculados al logro de una verdadera democracia e independencia energética y alimentaria”.
Otro de los grandes retos para enfrentar los desafíos de la alimentación, es intensificando de una manera sostenible la agricultura, con un enfoque de conservación y  sistemas diversificados, utilizando las energías renovables.

Theodor Friedrich dijo que en la Isla existe mucho conocimiento teórico, solo que hay que accionarlos y explicó sobre los cambios de paradigma en la agricultura, que pasan de una producción intensiva a la sostenibilidad en la producción agrícola y de una economía de escala a una producción diversificada.

“Cuba presenta favorables condiciones para el fortalecimiento de una cultura agroalimentaria, que incorpore los presupuestos y aplicaciones de las FRE para lograr la consecución del desarrollo sostenible”, afirmaron los panelistas de Cubasolar 2014.

(Por: Lis García Arango)

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