Rituales rurales antes de llegar a la escuela

La traigo con botas hasta la carretera, le lavo los pies y le pongo zapatos limpios, así relata Danis Rosabal el ritual que retoma desde hoy con su hija Arianna Aballí, para que la niña que comienza el tercer grado llegue impecable a la escuela, en la periferia de esta ciudad.
“Hay que entrar con limpieza al aula”, afirma la cubana que vive a dos kilómetros de la vía asfaltada, y se muestra convencida de que la educación no solo compete a los maestros sino también a la familia, e implica buen gusto y sanidad en la imagen física.
Ubicada a unos 92 kilómetros al este de La Habana, en la comunidad de Paso del Medio, la Escuela Primaria Samuel Fernández acoge a 105 niños y niñas que cursan desde preescolar hasta sexto grado, y cuenta con todos los maestros necesarios, algunos con más de 30 años de experiencia.
Aunque cotidiano, no deja de ser llamativo como hay infantes que llegan a caballo, en bicicleta, tractores o a pie, en fila, por la orilla de la carretera central, acompañados por sus padres y preocupados por llegar puntuales, gesto de respeto hacia la institución, comentó Mania León directora de la escuela.
Las conductas de las familias hablan mucho de las comunidades, por eso enorgullece a los profesores que los padres tengan el gesto de ofrecerse a alistar la institución o a traer flores para José Martí, como contribución al nuevo periodo lectivo, agregó León a la AIN.
Durante el curso 2015-2016, en la provincia de Matanzas unos 108 mil 220 alumnos de los diversos niveles de enseñanza se incorporan a 502 centros docentes, de los cuales más de un centenar son escuelas primarias ubicadas en comunidades rurales.(Por: Yenli Lemus Dominguez)(TVY)(RPB)(Web AIN)(16/09/15)

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