Contra la Corrupción

Corrupción es palabra mal oliente. Implica delito. Puede incluir soborno, chantaje, y otras formas de intimidación. Suele alimentarse de indisciplinas, negligencias y sobre todo descontrol.
Coinciden analistas  en que la corrupción es una especie de cáncer social que suprime valores morales y, como un virus cibernético, borra conceptos de honradez, rectitud, fidelidad y honestidad.
La corrupción suele arroparse de invisibilidad para penetrar en oficinas, despachos, autos oficiales, hoteles de lujo, almacenes…; no distingue sectores, esferas, entidades o biografías,  fidedignas, auto escritas o hechas por encargo.
Ese cáncer social llamado corrupción afecta seriamente la economía de un país, de una entidad o un territorio. Cuando no encuentra freno suele expandirse progresivamente. Si es detectado, la cura adecuada es la cirugía legal, radical,  que evite metástasis y resurrección.
Sobre la corrupción  hoy se escribe bastante. Suelen citarse causas circunstanciales como  falta de exigencia,  egoísmo,  afán de lucro,  de poseer y ostentar.
A algunos corruptos potenciales, o debutantes,  se les identifica porque prefieren evadir el tema y  mirar hacia otro sitio. Estos intentan  justificar la corrupción con términos autojustificativos, tales como  “lo que se gana no alcanza”, “la vida está muy cara”, “los precios siguen subiendo”, “hay que defenderse”,  “los de más arriba viven bien”.
En realidad el individuo debe resolver sus carencias materiales  sobre la base del  trabajo honrado y no a costa del Estado.
En Cuba, aunque todavía en varias profesiones se reconocen desniveles notables entre la calificación y el salario, cada día se abren nuevas opciones laborales a los jóvenes para ganar más sobre la base del rendimiento laboral de quienes realmente quieren obrar honradamente.
En este contexto cobra interés  actual   el X Curso Subsede Herramientas de Prevención y Control en el enfrentamiento a la corrupción administrativa, que  se extenderá hasta este viernes, auspiciado por la Contraloría General de la República y la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(18/09/15)

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