¿Viajar a Cuba?

El proyecto bipartidista de Ley presentado en el Senado de Estados Unidos para derogar la prohibición  de viajar libremente a Cuba, sigue ganando adeptos en ese importante cuerpo legislativo y en la opinión pública de la nación norteña, que mayoritariamente se pronuncia porque se respete la constitución de su país y los estadounidenses puedan realmente gozar del derecho que les otorga la Ley de Leyes.
El domingo último un editorial del influyente diario The New York Times se sumó a las voces que sostienen la necesidad de respaldar con hechos la iniciativa del presidente Barack Obama para reanudar vínculos con Cuba.
Una de esas iniciativas, insiste, sería echar abajo la prohibición de viajar a la Isla, acción que beneficiaría mutuamente a ciudadanos y empresarios cubanos y norteños.
El editorial del Times, titulado: “Que se derogue la prohibición de viajar a Cuba”, recuerda que la negativa para viajar a ese país como turista es la única que afecta a los estadounidenses, que sí pueden desplazarse incluso a  lugares como Siria, Irán o Corea del Norte.
Añade que el impedimento  nunca tuvo sentido, y es equivocado en una era de ampliación de compromisos entre Estados Unidos y Cuba.
Los sondeos de opinión muestran que la mayoría de los cubanos en la Isla y los estadounidenses están a favor de mayores compromisos.
El Congreso no debería esperar para hacer su parte, agrega el Times. A esto se suma la decisión de los senadores demócratas Charles Schumer y Kirsten Gillibrand de apoyar el proyecto de ley  contra la prohibición de viajes a Cuba, quienes afirman que  llegar hoy a la mayor de las Antillas es algo “innecesariamente difícil y costoso”.
Pero no todo es color rosado.Los retrógrados anticubanos persisten en torpedear las iniciativas que unen y concilian.En  las próximas semanas, los legisladores del Senado y la Cámara de Representantes tendrán que ponerse de acuerdo en relación con  sus visiones de la política hacia Cuba, incluidos los  fondos monetarios para la apertura de la embajada estadounidense en la Isla, en un contexto en el que la opinión de los votantes estadounidenses cada vez pesa más en la decisión de los políticos, quienes saben que  votar contra la corriente mayoritaria podría pasarles  factura en próximos comicios.(Por: Roberto Pérez Betancourt)(TVY)(24/06 /15)

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