Joaquín Lezcano, especialista de pastos y forrajes del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI), en la reunión de estudio sobre esa labor, que concluyó el lunes en Villa Clara, explicó que el 80 por ciento de las muertes bovinas reportadas este año, se debieron a la carencia de alimentos y agua.
Esta situación pudo evitarse con una previsión de esos insumos, y la toma de decisiones adecuadas en cada lugar de acuerdo con las peculiaridades del sitio.
Lezcano dijo que el cambio climático afecta también a la ganadería por la persistencia de amplios períodos de sequía, donde anteriormente primaba un buen régimen de lluvia, realidad que daña también el crecimiento de los pastizales.
Angel Chacón, director de la empresa pecuaria Sibanicú, de Camagüey al intervenir en el encuentro, al que asisten los directivos ganaderos de todo el país, refirió que en su entidad la carencia de agua motivó que este año más de 36 mil cabezas de ganado recibieran el líquido por pipas.
Aseveró que a pesar de conocerse la situación y estar planificado el consumo de combustible la entrega de diésel fue inestable, razón por la cual en reiteradas ocasiones los animales no dispusieron de agua y reportaron altos índices de deshidratación. Aldaín García, director de ganadería en el MINAGRI, expuso que cada empresa pecuaria debe buscar asesoría científica en las universidades, estaciones de pastos y otros centros de investigación del país.
La interacción con los expertos es la vía correcta para encontrar soluciones regionales con bancos forrajeros mixtos compuestos por moringa, morera, king grass, gramíneas, leguminosas, y caña, lo que dará al traste con las carencias alimentarias de la masa ganadera.
El establecimiento de cercas eléctricas, y la conformación de cuartones es otra de las labores que deben realizarse en todo el país como parte del rescate de la disciplina técnica en las empresas ganaderas, acotó. (Tomado de la AIN)(23/12/14)
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