Trabajar por cuenta propia, o lo que es lo mismo, asumir las responsabilidades personales de un negocio, ya sea mediante el ejercicio de un oficio que sirve de base a la oferta de servicios a los clientes potenciales, o de algún tipo actividad productiva y comercial, desde una cafetería hasta una tienda de artículos para el hogar, en cualquier parte del mundo requiere conocer y acatar las leyes y las ordenanzas administrativas locales para trabajar con arreglo a derecho, lo que incluye producir y comercializar lo que ampara la licencia adquirida por el trabajador por cuenta propia, y pagar en tiempo los tributos que correspondan sobre la base de declaraciones ajustadas a la verdad.
En la provincia de Matanzas más de 41 mil trabajadores aparecen inscriptos en el registro de contribuyentes con adecuada recaudación de los aportes tributarios, de acuerdo con informaciones oficiales.
Entre esos cuentapropistas, alrededor de 5 mil quinientos son transportistas, cerca de tres mil 400 arriendan viviendas y el resto realizan actividades diversas, con las mayores cifras ubicadas en las capitales de Cárdenas, Matanzas y Colón.
Quienes obtienen sus licencias operativas laborales y se ajustan a sus contenidos, no suelen afrontar dificultades.
Los que intentan operar por su cuenta sin sacar la licencia, o quienes habiéndola obtenido una y otra vez burlan la legalidad mediante argucias diversas, son competidores desleales de quienes se ajustan a la ley, y de hecho pueden padecer las consecuencias de sus actos cuando son inspeccionados por las autoridades competentes.
Como reza el refrán: es mejor prevenir para no lamentar. (Por: Roberto Pérez Betancourt)(18/12/14)
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