Obama puede impulsar política de diálogo con Cuba

Una mayoría de estadounidenses son  partidarios ahora de la normalización de las relaciones entre su país y Cuba, según reveló una reciente encuesta solicitada por el Atlantic Council, una prominente institución de investigación de Washington.
La organización describe los resultados como "una reflexión sin precedentes del cambio de actitudes  norteamericanas hacia la isla que borran suposiciones de larga data" y son estimadas por comentaristas políticos como un posible paso de la confrontación al diálogo.Ese sondeo citado por la publicación The Havana Reporter fue ampliamente comentada por influyentes medios de  prensa estadounidenses, entre ellos The New York Times.
Los resultados del estudio, según ese diario, también llegan en el entorno de un sentimiento creciente en el estado de Florida y en otras partes de que el aislamiento económico y político impuesto fracasó al no conseguir sus objetivos de afectar al gobierno de La  Habana. El muestreo aseguró que la mayoría de la población, tanto demócratas como republicanos, está lista para un  cambio, escribieron en una introducción a la encuesta Peter Schechter y Jason Marczak, los dos principales ejecutivos del Centro Latinoamericano Adrienne Arsht del Atlantic Council, sostuvo el Times.
Más de seis de cada 10 encuestados nacionalmente desean que cambie la línea para que compañías norteamericanas  hagan negocios en Cuba y que se permita a los norteamericanos libertad de viajar y gastar dinero allí sin restricciones, indicó.
En diciembre pasado una docena de importantes entidades estadounidenses, incluida la Cámara de Comercio, enviaron una carta al presidente, Barack Obama, en la  que le pedían levantar el bloqueo, que según estimados    costaba anualmente a los economía norteña más de mil 200  millones de dólares al año.
En la actualidad existe un movimiento creciente de la  comunidad cubanoamericana a favor de una política de  mayores intercambios con la isla, cualesquiera que sean las razones y perspectivas desde las que se abogue por tales intercambios, en el más estricto respeto por la  soberanía de Cuba. Un artículo del diario mexicano la Jornada señaló que existe un coro sorprendente de figuras de la política estadounidense hacia Cuba, incluidos senadores y  empresarios, entre otros, que subrayan la necesidad de "una nueva canción en la relación bilateral, lo cual genera especulación sobre si habrá un mayor giro en la  estrategia de Washington".
El lunes 19 de mayo, 44 destacados políticos,  empresarios y académicos, firmaron una misiva abierta a Obama para que flexibilice su política hacia el pueblo cubano.En este grupo destacan John Negroponte, exdirector de  Inteligencia Nacional durante el gobierno de George W.  Bush, y tres exsubsecretarios de Estado para el  Hemisferio Occidental.
Uno de estos últimos sugirió que el Congreso debería   plantearse seriamente levantar las sanciones, aunque  precisó que en este momento el objetivo de la carta es  no demorar más la oportunidad que tiene ahora el  presidente para modificar significativamente las   relaciones entre Washington y La Habana.
Es opinión de los firmantes de la misiva que la ley da   al jefe de la Casa Blanca un significativo margen de  autoridad discrecional para implementarla de forma flexible.
El académico y analista político cubano Jesús Arboleya, en un reciente artículo en Progreso Semanal estimó que la última misiva de las personalidades estadounidenses a Obama representa "una inusual muestra de consenso en el polarizado escenario político estadounidense" sobre un cambio de dirección hacia Cuba. La carta constituye el reconocimiento, por parte de muchos de los que fueron sus ejecutores, del fracaso de  una estrategia que durante más de medio siglo ha tratado  de asfixiar económicamente a Cuba y aislarla en el escenario político internacional, señaló.
También resulta revelador el interés del aspirante a  gobernador de Florida, Charlie Crist, sobre la necesidad  de un cambio, interés que pudiera estar sustentado en lo  que representará para ese estado en el plano económico un nuevo direccionamiento en la posición de la Casa Blanca.
Por otra parte, destaca que bajo la administración Obama hay un marcado interés en cumplir las leyes del bloqueo con el aumento de acciones de persecución a empresas y  agencias que mantengan algún tipo de vínculo con Cuba, incluso aplicadas de forma extraterritorial por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
Por ejemplo, en junio de 2012, el banco neerlandés ING fue sancionado con una multa de de 619 millones de dólares por realizar, entre otras, transacciones en dólares con Cuba, a través del sistema financiero estadounidense, entre 2002 y 2007.
Según las autoridades cubanas, Washington sancionó   unilateralmente al banco ING por tramitar, en conjunto con sus subsidiarias en Francia, Bélgica, Holanda y Curazao, operaciones financieras y comerciales de  entidades cubanas, prohibidas por la criminal política  de bloqueo contra Cuba.
Otras empresas extranjeras como la multinacional sueca Ericsson, especializada en el campo de las  telecomunicaciones, tuvo que pagar una multa de 1,75  millones de dólares por reparar, mediante su filial  basada en Panamá, equipos cubanos de un valor de 320 mil  dólares, en Estados Unidos.
El volumen de las multas y la persecución puntual de los que contravienen las sanciones unilaterales ilustran que  la política de Washington contra la isla, pese a  pretendidas flexibilizaciones, fueron intensificadas bajo el actual gobierno.
En ese sentido destaca además, la inclusión de la isla caribeña en la lista de Estados que Promueven el Terrorismo Internacional, a pesar del rechazo internacional y dentro de Estados Unidos hacia dicha  medida. Ahora bien, en vista del actual clima y los indicios de  que algo está en movimiento, muchos se preguntan hoy ¿Hacia dónde va la pelota y si será Obama capaz de anotarse un gol histórico con relación a Cuba?
 

(Tomado de PL, por Luis Beatón)(28/05/14)

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente