José Martí, inteligencia activa

José Martí asistió in situ, durante 15 años, al proceso de construcción de los Estados Unidos modernos: desde 1880 hasta 1895. Allí fue observador crítico,  acumuló experiencias y cultura de  alcance muy superior a las que tendrían sus coterráneos de la época. 
El escenario ideológico abierto a la inteligencia activa de José Martí le posibilitó asistir al verdadero sentido de la democracia explicado por los padres de la Unión Norteamericana, al ideario  de Abraham Lincoln, al proceso de abolición de la esclavitud  y otros hechos vinculados con el quehacer socioeconómico y cultural de la que ya se proyectaba como futura gran nación, que el devenir convertiría en la más desarrollada en el campo económico y militar. Martí vislumbraría, y a tiempo alertaría, sobre  pretensiones norteamericanas de apoderarse de Cuba.
En Estados Unidos  las ideas sociales más avanzadas de la época alimentarían el intelecto del escritor y  del líder político, que sabría unir voluntades de generaciones de isleños, crear el Partido Revolucionario Cubano con la intención de vertebrar el pensamiento y la acción en pos de la guerra necesaria para liberar a su patria del colonialismo español. Precursor del antiimperialismo, Martí encabeza a los pueblos de las naciones de Centro y Sudamérica, así como del arco antillano.No faltó la visión previsora de los intereses criollos anexionistas en el análisis martiano. Su verbo lúcido fue claro  y explícito en la intención expuesta en sus crónicas:"Escenas norteamericanas", tan vigentes hoy como entonces, de cara al presente y al futuro de la acción unitaria latinoamericana, que se proyecta en la contemporaneidad dentro de la Alianza de los Pueblos de Nuestra América, en la que la inteligencia activa de Martí está presente y desempeña un papel protagónico en la vanguardia de las ideas y de la acción.  

(Por: Roberto Pérez Betancourt)

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