Recordemos que una cuenca hidrográfica comprende un área territorial de drenaje natural donde todas las aguas pluviales confluyen hacia un colector común de descarga. Las cuencas son espacios socio geográficos donde las personas y sus organizaciones comparten el territorio, sus identidades, tradiciones y culturas; socializan y trabajan en función de la disponibilidad de recursos. En Matanzas la red fluvial está representada por 45 cuencas hidrográficas, sobre cuatro mil 538 kilómetros cuadrados dentro de los límites provinciales, lo que representa el 39% de la tierra firme de la provincia.
Las desembocaduras de sólo 11 cuencas ocupan las franjas marinas costeras.Un ejemplo notorio de las labores que se realizan se aprecia en 152 hectáreas de la cuenca del río San Juan, donde se detienen procesos degradativos mediante la integración de ciencia, tecnología, y conocimiento tradicional campesino. Allí se ubican ocho fincas asociadas a la Cooperativa de Crédito y Servicios Juan Ávila en el municipio de Limonar, donde el restablecimiento de condiciones naturales demuestra la validez de prácticas agrícolas sostenibles.
Según expertos del CITMA, la limpieza de áreas infestadas por plantas invasoras, y la reforestación con árboles maderables y frutales, se incluyen entre las acciones que contrarrestan la degradación del suelo. Otras labores prácticas a imitar en lugares semejantes son la siembra de árboles como postes de cercas, acuartonar las reses y establecer sistemas de alimentación para el ganado basado en especies como leucaena, moringa y otras de alto valor alimenticio y protectoras del suelo, acciones que aconsejan multiplicar en esta y en otras cuencas hidrográficas de Matanzas y de todo el país.
(Por: Roberto Pérez Betancourt, con información de Ecurred)
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