Belleza peligrosa


Hoy en día, los jóvenes viven atados a múltiples patrones de belleza y buscan alcanzarlos a toda costa. Si bien es cierto que  imprimen un sello distintivo también pueden ser peligrosos. Se trata de lucir bien pero sin correr riesgos innecesarios. Sobre el tema estaremos conversando en las líneas que siguen.

Lucir uñas acrílicas, un pelo laceado con keratina o una figura estilizada se convierte prácticamente en una obligación para los más jóvenes. De lo contrario, te ven como bicho raro dentro del grupo por no seguir el último grito de la moda.


Las uñas acrílicas son de las cosas más usadas en los últimos tiempos vinculadas a la belleza femenina. Ciertamente hacen lucir manos arregladas y con diseños muy llamativos. No obstante, tiene sus riesgos si no se toman todas las medidas. Es posible sufrir una reacción alérgica a los productos utilizados o desarrollar infecciones por hongos o bacterias. Por eso es aconsejable ventilar las uñas periódicamente para permitir el proceso natural de crecimiento.


El tratamiento con keratina es otra de las nuevas de la moda que tiene muchísimos seguidores entre los jóvenes. Y es que la mayoría prefiere lucir un cabello súper lacio a las ondas o rizos, según dictan los patrones de la TV, la música y los espectáculos. Ah, para nada es algo exclusivo de las muchachas pues los varones lo usan cada vez más. 


Hablamos de la keratina y sus bondades pero nadie se detiene a pensar en los peligros de emplear este tratamiento de manera prolongada. ¿Sabías qué contiene formol el cual en cantidades superiores a las permitidas puede ocasionar irritaciones en la piel del cliente, heridas, quemaduras y hasta perdida del cabello? De ahí la importancia de saber sobre los productos que nos aplicamos.


Los tatuajes y las operaciones estéticas igual se inscriben en el círculo de peligrosidad si de belleza se trata. Los primeros porque de no tomarse todas las medidas pueden terminar enfermándonos. Y las operaciones, aunque no es un fuerte en Cuba, muchas veces no arrojan los resultados esperados y también pueden traer complicaciones.


La solución no es alejarse de la moda o de aquello que nos hace lucir mejor. Solamente debemos ser cuidadosos y buscar también la belleza en lo natural para dejar a un lado lo artificial. Si no, créenos, el remedio podría ser peor que la enfermedad. (Por: Eliane Táboas Merino)

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